Fuiste tú
Las expectativas, si tomamos en cuenta el factor normalizador de las vacunas, van al alza. Hacia allá va el dinero y los compradores a futuro.
Las expectativas, si tomamos en cuenta el factor normalizador de las vacunas, van al alza. Hacia allá va el dinero y los compradores a futuro.
Si el horno no está para galleticas, mucho menos para pan barato.
El pan nuestro de cada día, por tanto, llegará a las mesas de las familias dominicanas a precios entre ocho y diez pesos.
Es decir, el país tendrá que invertir cuantiosos recursos económicos para la compra de una de las marcas de vacuna, pero con escazas garantías de lograr un resultado satisfactorio para la población.
En las pasadas elecciones, la magia solo existía en las cabezas de los que ofrecían cambio. Eran las propuestas del abracadabra.
Hace tiempo que la relación entre el ciudadano y la política vive una auténtica fragmentación.
La sociedad dominicana se ve frente a varios laberintos, siendo el más engañoso de todos el de un gobierno improvisando en medio de la crisis.
El odio que hoy se siembra desde un escritorio, desde un cuarto remoto, de forma anónima muchas veces, se esparce como veneno en la sangre y ataca con furia a los débiles de consciencia, los confunde, los engaña con planteamientos baladíes…
Están en todas partes y a todas horas. Contadas desde millones de teléfonos celulares y distribuidas por las redes sociales. (imagen: «Multitudes» de Juan Genovés)
Muy patriota él, el ministro de Educación da lecciones de patriotismo a nuestros estudiantes: no se graduarán mientras no sepan de memoria las letras del Himno Nacional. Es decir, lo patriótico es un asunto nemotécnico.
De repente, los poemas y la política parecen encontrarse.
Y no por aquello que dice Sabina, de que el arte se inventó para corregir la realidad, sino porque ambos nacen y viven de los momentos.
Sin lugar a dudas que la decisión adoptada por las plataformas de redes sociales Twitter, Facebook e Instagram de suspender la cuenta a un presidente en ejercicio, demostró el inmenso poder que hoy tienen las millonarias corporaciones dueñas de las redes sociales.
Si hay algo necesario en la gestión de la pandemia del SARS CoV2 es la confianza de la población dominicana.
Si una lección nos deja en claro el último año vivido, es que el mundo que estamos construyendo no es humanamente sostenible. Es frágil. (Opinión editorial de Jesús Sosa)
En tiempo récord, a menos de un año de haberse declarado al coronavirus como una pandemia, ya contamos con vacunas. ¡Es una grata noticia! Lo que no es grato es saber que no se actúe con la misma celeridad cuando se trata de combatir un virus que mata a millones: el hambre.
¿Te has puesto a pensar qué hubiese sido de nosotros sin delivery durante este largo confinamiento por COVID-19? Seguramente, más contagios y más muertes. Y una covidianidad más insoportable aún.