Bajo crecimiento económico dominicano
La principal quizás sea una reforma educativa profunda, que forme trabajadores más competentes y atraiga inversión extranjera en industria.
La principal quizás sea una reforma educativa profunda, que forme trabajadores más competentes y atraiga inversión extranjera en industria.
Resulta indispensable que el organismo emisor mantenga la consistencia de su mensaje contra la inflación.
FMI pide leyes y regulaciones más fuertes, controles prudenciales y políticas coherentes con estándares, que no garantiza el IDECOOP.
Se reporta una caída abrupta en la utilidad neta, que pasó de aproximadamente 370 millones en 2024 a solo 108 millones en 2025.
Si no reformamos el marco institucional y regulatorio de nuestra campaña electoral y, en consecuencia, el costo de ser elegido se mantiene a los niveles alarmantes que hoy exhibimos, lamentablemente.
Sumó casi 41 mil millones de dólares en el periodo de enero-septiembre.
El reciente informe del Banco Central sobre el aumento de los precios de la canasta familiar sugiere prepararnos para una Navidad sombría.
La economía está desacelerada y la construcción continúa cayendo, lo que genera un impacto negativo en la industria local.
Un trabajador que en 2017 ganaba 34,685 pesos exentos hoy paga impuestos sobre un sueldo que ha perdido más del 44% de su poder adquisitivo.
Los pagos de intereses crecerán más rápido que la actividad económica que nutre los ingresos del Gobierno para pagarlos.
La historia parece repetirse con otros nombres y otros pretextos. Y, como en 1868, como en 1916, la cuenta final sigue cayendo sobre los mismos hombros.
La combinación de tasas de interés elevadas y altos costos de materiales de construcción hace poco rentable invertir en proyectos de bajos costos destinados al alquiler.
Con este ajuste a la baja se hilaron dos consecutivos, tras la pausa de nueve meses que condujeron con respecto del ciclo de recortes que iniciaron en septiembre del año pasado.
Demandan la creación de un plan nacional de contingencia económica y social, que proteja tanto a los ciudadanos como al sector productivo ante futuras emergencias.
En el caso de la República Dominicana, el 60% evidencia un deterioro en el poder adquisitivo de los ciudadanos, que ven afectada su capacidad para cubrir necesidades básicas como la alimentación.