Ojalá, República Dominicana
Cuando la inflación ataca, las empresas contraatacan: suben también los precios de los bienes y servicios que fabrican.
La ecuación es sencilla: si suben los costos, suben los precios.
No pasa lo mismo con los asalariados que fabrican y venden horas de su vida en un empleo.
La situación es grave: la poda depredadora amenaza la biodiversidad urbana.
“Para manejar un parque como el Mirador Sur y que brinde servicios ecosistémicos eficientes hacen falta dos cosas más que podar o talar”, defiende la bióloga Ángela Guerrero.
La publicidad gubernamental se complace en decir que, además de la vacunación contra el COVID-19, sus éxitos van más allá y que los indicadores de salud demuestran que “la salud hoy en RD está mejor”.
¿Será verdad?
Lamentablemente, datos públicos del Ministerio de Salud lo desmienten.
En el video de ayer, explicábamos porqué las cifras del Banco Central sobre la inflación resultan paradójicas aún siendo ciertas: la presunción estadística que es la ponderación.
Hoy, el caso particular de Raquel y Jesús ayuda a entender el impacto variable según ingreso.
Dice el Banco Central que los precios han subido 7.72 % desde hace un año y no hay porqué dudarlo. ¿Quiere eso decir que todo lo que costaba hace un año 100 pesos ahora cuesta 107 pesos con 72 centavos a todo el mundo? La respuesta es NO.
En el Bahoruco Oriental nacen 30 ríos y arroyos y más de 100 especies nativas y endémicas que ahora están amenazados y en peligro crítico por la explotación minera, mientras el Ministerio de Medioambiente mira para otro lado.
Coalición Enriquillo te convoca a defenderlo.
Es absurdo negar atención médica a una población que vive entre nosotros, que participa en la siembra y cosecha de nuestros alimentos, en la construcción de nuestras viviendas, carreteras y hoteles y que proviene de un mercado consumidor de nuestras exportaciones.
Construir una vivienda o hacerle una mejora se ha convertido en un dolor de cabeza costoso en República Dominicana.
Los precios de materiales de construcción se han disparado y nadie sabe cuando bajarán.
Desde hace meses escasean los medicamentos en las Farmacias del Pueblo.
No aparecen pastillas para la presión, para el corazón, ni siquiera vitaminas.
Dejar que eso ocurra afecta la salud y la economía de las familias pobres y de clase media baja.
Apagones a cada rato, años que no ocurría.
Lo curioso es que hay suficiente y mejor generación eléctrica en nuestro país.
Un hecho alarmante y muy revelador es que las EDES (distribuidoras de propiedad estatal) por cada 100 pesos de energía que compran a generadoras y sirven a familias, empresas y comercios, cobran 66.6 pesos promedio.
El deterioro del Programa de Alimentación Escolar afecta la salud y rendimiento escolar de los alumnos y perjudica a productores del campo dominicano.
La alimentación escolar es imprescindible para lograr alumnos pobres y de clase media vulnerable mejor educados.
¿Por qué protestan los cebolleros dominicanos si tienen mejor semilla, más agua y mejor reguío, recibieron financiamiento abundante, se les construyó dos plantas de secado y producen ahora 85 quintales por tarea, más del doble que antes?