A la deriva el barco del país en la debacle institucional del «Cambio»
Por dondequiera que se pinche, el “cambio” bota pus, en una debacle institucional que arrastra el barco del país no sabemos hacia dónde, pero no es a buen puerto.
Por dondequiera que se pinche, el “cambio” bota pus, en una debacle institucional que arrastra el barco del país no sabemos hacia dónde, pero no es a buen puerto.
Los rellenos ilegales de los humedales se han hecho contra las paredes de residencias privadas, generando presión con riesgo de colapso, sin mencionar el impacto económico por la disminución de valor de dichas propiedades.
Con denuedo, el pueblo dice que está listo; tiene ganas de protestar, se advierte en sus ojos. Desempolva, enjabona y enjuaga las ganas de luchas, que ya están tendidas al sol.
No debe sorprender lo que pasa en La Vega. Allí se ha violado todo. Y debe quedar claro que todo tiene un responsable: el presidente Abinader. Todo ocurre con su consentimiento.
Los modelos climáticos indican que, mientras el Pacífico está enfriándose, dando paso al fenómeno La Niña clásico, en paralelo está surgiendo otra Niña en el Atlántico, es decir, las dos al mismo tiempo.
¿Hasta cuándo vamos a estar observando impávidos cómo se dilapida el erario público con semejante indolencia e impunidad?
¿No han sido suficientes los dos mártires de nuestros ríos? ¿Cuántos más tendremos que morir en defensa de nuestro patrimonio natural y de la biodiversidad?
La verdad es que fue ella, la sociedad, la que se dejó del PLD, la que en un arrebato emocional, en un pique, decidió desconectarse del PLD y no al revés.
Ante el espejo español de más de 200 fallecidos y ríos de vehículos apilados como latas de sardinas en una ciudad de menos de dos millones de habitantes, nos preguntamos si estamos preparados para los eventos catastróficos nos muestra el cambio climático, cada vez con más frecuencia.
50 mil, no han bastado para que duela. Y nadie piensa hacer algo. Nadie salvó a los 50 mil. Nadie salvará a los que faltan por morir ante nuestros ojos.
Y nadie se conmueve. Como si en el pecho no molestara el peso de tanta injusticia.
El PLD debe concentrarse en la gente que realmente quiere estar y trabajar.
A partir del lunes, hay que volver al sentido de pertenencia y unidad frente a la causa mayor.
A trabajar para recuperar el cariño y el valor de la palabra COMPAÑERO.
El gobierno Abinader buscará reagrupar fuerzas. El manual de gobernabilidad neoliberal en las democracias europeas aconseja recortes al gasto social discretos, pactos puntuales fragmentadores de la cohesión social y operar con gradualidad.
Que no coja piedra para los indefensos. Eso y más dijo el pueblo… Y más está dispuesto a decir si el gobierno sigue sin rumbo y cogiendo los mangos bajitos.
No ha sido Abinader quien ha retirado el paquetazo fiscal. Ha sido el pueblo.
Yo prefiero hablar de los que se quedan, de los que se atreven a luchar, de los devotos de la conciencia, de los prendados de incólume moral, de los que reafirman el afecto hacia sus compañeros y la casa que los acoge.
Una buena parte de la sociedad dominicana (incluyo a los que no fueron a votar), se desconectó electoralmente del PLD, a pesar de haberle servido como ningún partido lo ha hecho. Ahora pagamos TODOS la consecuencia de tal desconexión, de tal desencuentro.
Los y las peledeístas sabemos porqué y cómo se produjo ese desencuentro, pero ahora vamos viendo que se están dando las condiciones para el reencuentro.