Cincuenta y dos años del PLD
Se dice rápido, pero es más de medio siglo.
En ese largo camino de trabajo político ejemplar, algunas cosas se perdieron. Otras fueron ganadas por y para el pueblo. Las que se perdieron pueden recuperarse con decisión y vocación. Las que se ganaron las ganó el pueblo, como debía ser.
Pensemos solamente en la instalación del Servicio De Atención a Emergencias y Seguridad 911. En la instalación a escala nacional de la jornada escolar de ocho horas, la construcción de alrededor de 25 mil aulas nuevas, el inicio también a escala nacional de un novedoso plan de educación para niños de cero a cinco años y la alfabetización de 600 mil personas.
Esos hitos serían suficientes para un reconocimiento nacional. Pero habría que agregar a Punta Catalina, por ejemplo, que llevó casi al cien por ciento el abastecimiento de energía eléctrica; que representa casi el 30 por ciento de la producción de energía; que deja 250 millones de dólares en ganancias y economiza otros 300 millones de dólares. El Estado no cuenta con otro activo semejante.
Transporte masivo, seguridad agropecuaria casi 90%, decenas de nuevos hospitales, una nueva Ciudad Sanitaria; crédito a tiempo, suficiente y a tasas accesibles para el campo y las mipymes; proyectos con decenas de miles de viviendas; millones de tareas de tierra reforestadas y un largo etcétera de conquistas del pueblo dominicano que habría que exaltar.
Cincuenta y dos años después es mayor el reto por delante: sacar del gobierno a la carcoma que a ritmo impresionante pudre el Estado dominicano y entrega nuestra soberanía permitiendo bases militares estadounidenses para que reposten aquí los aviones que van a masacrar al pueblo de Simón Bolívar.
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