La doctrina del Shock
Salir del estado de shockes es tarea fundamental y solo se consigue con la movilización popular para lograr la votación masiva que quiere impedir el PRM por razones obvias.
Salir del estado de shockes es tarea fundamental y solo se consigue con la movilización popular para lograr la votación masiva que quiere impedir el PRM por razones obvias.
La abstención no es democracia. La democracia es sobre todo participación, compromiso. Una gran participación popular en las próximas elecciones puede salvar la democracia dominicana.
Esos casi 50,000 dominicanos que se jugaron la vida en “la vuelta por México” junto a los que siguen haciéndolo cada día, son la más dramática respuesta al paraíso pintado por el presidente Abinader en su discurso del pasado 27 de febrero.
Es seguro que de nuevo perseguirán una alta abstención. Habrá que saber cómo lo harán y si las fuerzas opositoras y el pueblo se lo permitirán.
El Gobierno dirige la fanfarria de una reelección difícil, que con un gasto enorme en propaganda busca ocultar fracasos y una realidad muy triste.
En el gobierno actual, el turismo no es visto como se debe, por eso el turismo se sigue comiendo al pueblo, ahora en Pedernales.
¿Come el pueblo turismo? No. El pueblo come carne, víveres, arroz, habichuelas, y no hay manera de que dominicanos pobres y muy pobres se encuentren hoy con esos alimentos.
La obra está ahí. Imperturbable. Capaz de sobrevivir a los daños que causa la insaciable oligarquía perremeísta. Se defiende sola. Y su instrumento es una organización saludable, de nuevo a las puertas del Poder celebrando cincuenta años de su creación.
Al presidente hubiera que juramentarlo ya. Pero las encuestas no votan. Y hay que ir a elecciones en febrero y en mayo próximos. Y cargar con una tasa de rechazo con la que no contaba en 2020.
Sin licitación ni cosa que lo parezca, acaba de brindar a AERODOM en bandeja de plata una extensión de contrato por treinta años más. A pesar de las pérdidas que él mismo denuncia.
Con buenas intenciones, supuestamente, llegó el actual gobierno hace más de tres años y por el camino empedrado con ellas nos ha llevado derechito al infierno de la carestía, la improvisación, el deterioro de los servicios y la incompetencia del Estado.
Cómo maquillar la angustia, la desesperanza, el aumento de la pobreza, el estancamiento económico, el desplome del crecimiento…
Como en ciertas historias, todo el maquillaje oficial se derrite ante el espejo de la realidad.
La fiebre no está en la sábana. El problema no es el 4%. Ni es PISA. El problema es de incompetencia y estrechez de miras del “cambio”.
Quebrada y endeudada está la economía nacional. Este año probablemente el PIB no llegue al 3% después de mantenerse en más del 5% por varias décadas.
¿Es que tenemos un gobierno tan incompetente que no se da cuenta de lo que está haciendo?
El presidente tapa una promesa incumplida con otra. Un escándalo tapa otro. El gobierno es un barco sin rumbo. Los funcionarios se sortean las culpas.