
Áreas de amortiguamiento: ¿Desconocimiento o negocio?
Los límites de un área protegida solo pueden ser cambiados por el Congreso Nacional. El Jardín está protegido por varias leyes, desde la Constitución hasta varios Acuerdos internacionales.
Los límites de un área protegida solo pueden ser cambiados por el Congreso Nacional. El Jardín está protegido por varias leyes, desde la Constitución hasta varios Acuerdos internacionales.
Proyectos como el detenido por la Procuraduria de Medio Ambiente, en Las Terrenas: The Reef y en Uvero Alto, el hotel Sirenis del complejo Matute, sometido por el SENPA, no pueden ser parte de una estrategia de conservación, sino de destrucción.
Destrucción de manglares, desvío de arroyos, relleno de humedales, destrucción de nidos de tortugas marinas y otra fauna playera por maquinaria pesada, bajo la excusa de recoger sargazo.
El Jardín, por ser una creación humana, es un área fragmentada y aunque la intervención fuera solo remover la verja, traería consecuencias para la biodiversidad que lo habita porque aumentaría esa fragmentación y el estrés a que normalmente está sometida por la visitación y el manejo.
El gasto en protección ambiental adquiere una importancia estratégica para el desarrollo sostenible. La inversión para mitigación de los efectos del cambio climático fue apenas un poco más de cinco millones.
Quién suscribe fue la autora del primer análisis de equivalencia ecólogica en el país, en el Parque Nacional Jaragua, así creo que sé de lo que hablo.
El Jardín Botánico Nacional no es solo un refugio de verde y biodiversidad para la ciudad. Es una institución científica y de formación de botánicos.
Es fundamental que el gasto ambiental continúe aumentando para enfrentar los problemas ambientales antes de que colapsen ríos y bosques, ecosistemas asediados por la codicia extractivista, pero también hace falta voluntad política para que los funcionarios no miren hacia otro lado.
Me pregunto, si vale la pena mutilar esta riqueza creada por varias generaciones de botánicos, naturalistas y funcionarios para ampliar una avenida.
No han sido suficientes las vidas de Francisco Ortiz, por el Tireo, y de Sixto Ramírez, por el Nizao. Porque para el Ministerio de Medioambiente, en esta Gestión de papel, como dijera, el gran Pablo Milanés, “la vida no vale nada”.
La décima parte de la humanidad recibe su sustento directamente de las montañas, no sólo quienes las habitan, sino millones de personas que viven aguas abajo. Y RD no es la excepción.
Nadie con dos dedos de frente y sin intereses de por medio, considera este proyecto beneficioso, entre otras cosas porque su tasa de retorno ha sido calculada en menos de un uno por ciento de su astronómico costo. Como otros tantos, es más la sal que el chivo.
La cobertura de boscosa en las cuencas altas es lo único que puede prevenir y mitigar estas inundaciones repentinas. Por favor, autoridades de Medioambiente y gobierno: paren ya el saqueo de nuestros bosques y ríos y frenen a la Barrick.
La vida de la patria desparramada en Ojalá.
Espacio- tiempo creado para fecundar
ideas de patriòtica bondad
Sin alardes ni mezquindad,
Pero preñadas en Alegría de andar.
Mientras en países como Ghana el gobierno cambia leyes para impedir a los extranjeros la extracción de oro, en RD se protege a una de las mineras más poderosas y conflictivas del mundo.
Que una planta se convierta en símbolo cultural en nuestros países está más ligado a la historia de dominación colonial de nuestros pueblos que con el conocimiento de nuestra flora y de nuestra cultura