
Flamboyanes, colonialismo e identidad
Aún es el año centenario del nacimiento de nuestro gran cronista de la naturaleza Felix Servio Ducoudray Mansfield y el 2023 fue el de nuestro más grande naturalista, Eugenio de Jesús Marcano Fondeur.
De ambos aprendí el amor a la Patria Natural, nuestra biodiversidad, nuestros montes y àreas protegidas o dignas de serlo, gracias a sus exploraciones y conocimientos.
Ellos sí que sabían de identidad dominicana y no solo por su aval científico, sino por su aval patriótico y cultural. Más dominicanos no podrían haber sido. Remito a los lectores a mis artículos en Ojalà.do sobre ambos para más información.
Hay una identidad basada en nuestra biodiversidad y cultura creada por el pueblo dominicano a partir del uso dado a la misma y de cómo trasciende y cambia por generaciones.
Por ejemplo, las habichuelas, como casi todas las plantas de nuestra bandera culinaria, no es nativa de la isla, pero las Habichuelas con Dulce son tan dominicanas como cualquier símbolo patrio. Mientras que del Yon Yon, el único hongo comestible registrado en nuestra gastronomía del suroeste, nadie, salvo los expertos, saben su nombre científico y no es conocido como la delicia gastronómica que dicen que es.
La amapola, introducida como sombra del café, nativa del suroeste de América del Sur, se ha naturalizado, pero no se ha convertido en invasora; sin embargo ha entrado en las tradiciones de los campos cibaeños por sus hermosas flores (del mismo color que las del Flamboyán, por cierto) y el tiempo en que lo hacen anunciando la primavera, en febrero. Inmortalizada en las letras de nuestro Terror Luis Díaz, en Marola: “abajo de la Amapola, tengo la mula amarrada”, para describir la tradición dominicana de huirse los novios.
Otra planta introducida en la medicina popular, el limoncillo de té, llegó con el imperio británico al Caribe, como el Flamboyán. Cymbopogon citratus es nativo del sudeste asiático, aunque conocido como hierba de limón de las Indias Occidentales, precisamente porque fue introducida por los ingleses desde la India.
Esta planta es muy discreta y se dispersa solo cuando sus tallos subterráneos son cultivados y solo florece muy esporádicamente, tanto que cuando lo hacía en mi pueblo natal lo veían como el mal augurio de que iba a morir alguien. Además es una planta medicinal con muchas propiedades benéficas.
Entonces que una planta se convierta en símbolo cultural en nuestros países está más ligado a la historia de dominación colonial de nuestros pueblos que con el conocimiento de nuestra flora y de nuestra cultura. Porque la clase dominante impone su ideología y su cultura, no la del pueblo colonizado, esa nos toca a nosotros, cultivarla y defenderla con toda la resiliencia y resistencia posible, como lo hicieron Marcano y Ducoudray.
Sobre el origen y propagación del Flamboyán por el mundo les recomiendo el video del canal de YouTube de Kiskeya life, impecable y muy equilibrado.
También recomiendo el canal de la misma red social, Jóvenes Biólogos rd, si quieren ver los videos de los estudiantes de Biología de la UASD y sus investigaciones.
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