El Jardín Botánico Nacional
El 12 de agosto de 1976 se inició una nueva etapa en el desarrollo de la ciencia Botánica en nuestro país con la inauguración, hace casi 49 años, del Jardín Botánico Nacional, llamado Rafael Moscoso Puello en honor al gran botánico dominicano.
En su fundación colaboraron los más reconocidos e influyentes naturalistas del país, como Eugenio de Jesús Marcano y Julio Cicero. También acogió a botánicos internacionales como el Dr. Liogier y el Dr. Tomás Zanoni, entre otros.
Sus contribuciones han sido realmente definitorias para el desarrollo de la ciencia botánica, la formación y entrenamiento de generaciones de jóvenes botánicos para el país.
La misión del JBN es promover el estudio, conservación y difusión de la flora dominicana y hoy se puede ver un balance positivo en el trabajo llevado a cabo por sus administraciones.
Sobretodo en la investigación con la ejecución de proyectos como el de la evaluación y recopilación de la Lista Roja de la Flora Vascular y el Banco de Semillas de la República Dominicana. También fundó la primera revista científica especializada en temas de Botánica, Moscosoa.
Hoy el Jardín cumple su misión de conservación albergando y protegiendo una gran colección de plantas vivas tanto nativas como endémicas e introducidas con fines de conservación, didácticos y ornamentales.
El departamento de Horticultura es el encargado de esta labor y alcanza ya más de mil plantas cultivadas en diferentes áreas del jardín como son el área de endémicas, el arboretum, los varios pabellones de helechos, bromelias y orquídeas, para el disfrute de su ingente cantidad de visitantes.
No todo el JBN está cultivado, sino que tiene una Reserva Natural donde las plantas crecen de manera silvestre representando el ecosistema del antiguo Polvorín, terreno en que se creó el Jardín.
Esta reserva de flora silvestre cuenta, según el inventario realizado por la bióloga Nunila Ramírez, con 191 especies de plantas de 157 géneros que, a su vez, pertenecen a 69 familias de la flora dominicana.
Me pregunto, si vale la pena mutilar esta riqueza creada por varias generaciones de botánicos, naturalistas y funcionarios para ampliar una avenida.
Espacio pagado
Quienes habitamos la Comunidad Ojalá sabemos que somos diferentes y nos alegra serlo.
Nuestros contenidos son útiles para comprender y mejorar la vida cotidiana. Están libres de publicidad. Los anima la curiosidad, el rigor y los financia la gente.
Únete. Participa. Haz un donativo.