Tu guardaespaldas digital

05-12-2025
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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El fraude digital se ha convertido en un negocio y los atacantes no necesitan ser genios de la informática para acceder a herramientas profesionales para cometer fraude.

Simplemente entran a la dark web para adquirir bases de datos con millones de identidades robadas, kits completos de phishing listos para usar, o software de deepfake para suplantar la identidad de una persona.

La buena noticia es que la defensa y seguridad en la era digital, evoluciona y se fortalece. Antes bastaba con colocar tu contraseña para realizar una transacción financiera en tu banco.

Ahora el proceso es más sofisticado. Te pide verificación biométrica validando tu rostro o huella dactilar.

Identifica anomalías en tiempo real si verifica que el dispositivo es diferente al que utilizas para acceder a tu banco o porque estás transfiriendo en un horario fuera de lo habitual.

Estas son capas de seguridad adicionales disponibles que debes activar para proteger tu identidad y tu dinero.

Para fomentar la inclusión financiera vía lo digital asegurando los elementos básicos de seguridad, en el 2022, la Superintendencia de Bancos emitió dos normas claves: la 011 y la 017 que establecen lineamientos para el onboarding digital y el tratamiento de datos biométricos.

¿Cómo se ve esto en la práctica? Cuando abres un producto de forma digital, el banco debe usar solo documentos oficiales como tu cédula o pasaporte, verificar que eres una persona real mediante pruebas de vida que detectan deepfakes y evitan el uso de videos falsos, debe guardar evidencia del proceso durante diez años, y usar múltiples capas de verificación: desde la geolocalización hasta la validación de tu correo electrónico.

Lo mejor de todo esto es, que si te vas a hacer cliente de un banco via lo digital, en otras palabras te vincularás de forma no presencial a través del onboarding digital, solo podrás llevarlo a cabo para productos y servicios calificados como riesgo bajo o medio como lo son, las cuentas de ahorro o cuentas básicas. Es defensa en profundidad, donde cada capa de seguridad refuerza la anterior.