Desde hace meses escasean los medicamentos en las Farmacias del Pueblo.

No aparecen pastillas para la presión, para el corazón, ni siquiera vitaminas.

Dejar que eso ocurra afecta la salud y la economía de las familias pobres y de clase media baja.

¿Por qué?

Porque las personas dejan de seguir el tratamiento que indicó el médico: en lugar de dos o de tres pastillas, se toman una.

O cogen prestado para comprar en farmacias privadas.

PROMESE/CAL dice que la escasez se explica por la crisis mundial en la cadena de suministros, pero … usted llama a las farmacias privadas y hay medicamentos.

¡Es indolencia! ¡No se ocupan!

Hasta agosto de 2020, existían 550 Farmacias del Pueblo que suplían un catálogo con 340 medicamentos de calidad.

3.5 millones de dominicanos tuvo acceso a medicamentos a bajo costo.

Para conseguir mejores precios, las compras del Sistema Nacional de Salud se hacían a través del PROMESE/CAL.

Se dejó funcionando una herramienta digital para monitorear en tiempo real el inventario.

¿Ya lo dañaron? 

Hay que averiguar.

Las Farmacias del Pueblo son una conquista de la población.

Apena que estén a punto de echarse a perder.