Inflación versus asalariados
Cuando la inflación ataca, las empresas contraatacan: suben también los precios de los bienes y servicios que fabrican.
La ecuación es sencilla: si suben los costos, suben los precios.
No pasa lo mismo con los asalariados que fabrican y venden horas de su vida en un empleo.
La inflación ataca y los asalariados nada pueden hacer por ellos mismos.
Impotentes, empobrecen, sufren, cuando suben los precios de los alimentos, las medicinas, la energía eléctrica, el transporte y la vivienda.
La buena noticia es que el Estado dominicano puede ayudar de muchas formas.
Una de ellas es aplicando la ley 11-92 que indexa por inflación la exención contributiva de los asalariados al Impuesto Sobre la Renta.
La inflación es cruel y no deja de atacar: volvió a subir en enero y febrero.
Cumplir la ley 11-92 podría ser un gran alivio.
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