RD: Contrastes entre indicadores macroeconómicos y percepción social 2024-2025
En 2024, República Dominicana mostró un desempeño económico que llama la anteción, con un crecimiento, una inflación controlada y un déficit fiscal manejable. Estos resultados pareciesen reflejar una política económica prudente.
Sin embargo, esta evolución positiva en los indicadores macroeconómicos no se traduce plenamente en una mejora tangible para la mayoría de la población dominicana.
En cuanto a la pobreza monetaria y el crecimiento económico sostenido, persisten importantes desafíos estructurales que generan una brecha significativa entre las cifras oficiales y la experiencia cotidiana de los ciudadanos.
En primer lugar, la desigualdad territorial y social continúa siendo una barrera crítica. Las estadísticas evidencian que la pobreza es considerablemente mayor en áreas rurales (21.5%) frente a las urbanas (17.4%), y que las mujeres enfrentan mayores niveles de vulnerabilidad económica.
Esta desigualdad limita el acceso equitativo a educación, servicios básicos de calidad y oportunidades laborales, factores esenciales para que los beneficios del crecimiento económico sean integradores.
Asimismo, la inflación, aunque contenida, impacta de manera desproporcionada en los hogares con menores ingresos debido al alza sostenida en los precios de productos esenciales de la canasta familiar. Este efecto erosiona el poder adquisitivo y afecta la percepción social sobre el progreso económico, generando una sensación de estancamiento o deterioro en el bienestar general.
Otro elemento importante es la dinámica de la inversión y la deuda pública. Mientras la economía muestra expansión, la inversión en capital físico y humano no ha crecido al ritmo que demanda el desarrollo sostenible.
Paralelamente, el aumento de la deud pública para financiar gastos sociales y programas de apoyo genera presiones fiscales que limitan la nversión necesaria en infraestructura y mejora de servicios públicos.
Finalmente, la calidad y cobertura de los servicios públicos básicos presentan constante reclamos y evidencian deterioro.
Deficiencias en la infraestructura, mantenimiento y recursos impactan negativamente en la salud, educación y suministro de servicios esenciales, contribuyendo a la sensación de deterioro en la calidad de vida a pesar de las cifras que muestran avances económicos globales.
Conclusión y Recomendaciones
El contraste entre los indicadores macroeconómicos saludables y la percepción social del imitado bienestar en República Dominicana revela un desafío clave: transformar un recimiento económico robusto en desarrollo inclusivo y sostenible. Para ello, es fundamental:
- Implementar políticas que reduzcan la desigualdad territorial y de género, priorizando la inversión en zonas y poblaciones vulnerables.
- Fortalecer programas de protección social y de contención del impacto inflacionario en los sectores más afectados.
- Aumentar la inversión productiva en capital humano e infraestructura, garantizando un manejo responsable y transparente de la deuda pública.
- Mejorar la eficiencia y calidad de los servicios públicos, especialmente en salud, educación y servicios básicos.
Solo a través de una estrategia integral que combine estabilidad macroeconómica con políticas sociales y productivas inclusivas, República Dominicana podrá cerrar la brecha entre sus resultados económicos y el bienestar percibido por su población.
Julio 2025
Fuente: Informe Cepal, Banco Central, Banco Mundial… otros.
Corrección texto via IA.