El programa de Asistencia Vial ha caído por un barranco. Se accidentó y no hay quien lo rescate.

Mientras en el gobierno del ahorro y control del gasto el Ministerio de Obras Públicas se da el lujo de gastar casi RD$18 millones en rendir cuentos, el tan necesario programa de asistencia languidece por abandono.

Las denuncias están ahí. Y son denuncias ciudadanas y responsables. Denuncias con evidencias de vehículos del programa reposando sobre blocks en lugar de gomas, en franco deterioro.

Denuncias de personas que han necesitado el servicio y no lo han hallado y si lo han hecho no ha sido con la presteza, voluntad y calidad con la que funcionaba esa formidable iniciativa.

Los RD$18 millones gastados en la obra teatral presentada en el Teatro Nacional salieron precisamente del Fideicomiso RD Vial, recursos que deben ser destinados al mejoramiento del servicio y acondicionamiento de las carreteras.

En la capital, las calles y avenidas asfaltadas no hace un año, ya están deterioradas, con agujeros gigantescos. Y nos referimos a la avenida John F. Kennedy, la 27 de Febrero y su elevado, por poner tres ejemplos.

A propósito de asfaltado, el iniciado programa de bacheo en los barrios, ¿en qué ha quedado?

El puente Ramón Matías Mella, conocido como puente de la bicicleta, no tiene una vela encendida. Los conductores atraviesan el viaducto a tientas después de las 7:00 de la noche.

La avenida Las Américas tiene un tramo de unos 150 metros como la boca de un lobo: sin un faro. Se trata de la principal vía que comunica con la región Este del país.

Con el dinero detenido en cuentas y usado de manera inadecuada, con el asfalto deshaciéndose como hilacha de franela y el abandono del Servicio de Asistencia Vial, ¿cómo creer que estamos mejor?