Cuando las cosas van mal, los dominicanos decimos que andan manga por hombro. 

Así ha ido el país desde hace un año de nuevo gobierno y parece que seguirá igual o peor.

Con los numeritos de la economía, no se sabe a quien creer; el presidente de la República dice unos, sus funcionarios dicen otros y teniendo a los economistas que enmendarles la plana.

El alza de precios en la canasta básica y en los combustibles es un absurdo, además de abuso: el Gobierno dice que están bajando, pero la gente cuando compra los ve subiendo. Cada vez compra menos y de peor calidad.

En poco tiempo el 911, Asistencia Vial y otros logros van siendo cosa del pasado: los están destruyendo.

Igual pasa con Senasa. Esta conquista del pueblo ha bajado en calidad y cantidad su atención a la gente.

La lucha contra el Covid-19 se ha reducido a vacunas; en cualquier momento podemos tener un susto.

En este momento hay decenas de reclamos comunitarios pidiendo proteger ríos, agua, suelo, medioambiente. El Gobierno mira para otro lado. Cómplice.

El año escolar va a comenzar sin haber ejecutado un plan de adecuación de escuelas y liceos. El Ministerio de Educación perdió el tiempo cancelando técnicos (a los que no les paga sus prestaciones) y en publicitar al ministro, en lugar de haberse puesto a acondicionar aulas, laboratorios, instalaciones sanitarias y de cocina.

El Plan de Alimentación Escolar está en veremos porque el INABIE debe más de 5 mil millones de pesos a los suplidores.

El Gobierno está feliz por éxitos que nadie sabe cuales son, ni dónde están, gastando millones de pesos en celebraciones, mientras castigan la economía de negocios y familias con su gestión que anda manga por hombro.