Cambia el paso

08-09-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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No se aguantan. ¿Los precios? Por las nubes. Es lo que se oye en una esquina cualquiera del país. La gente lo dice con pesar y con rabia. Nunca con alegría.

El costo de vivir en República Dominicana ha aumentado de forma vertiginosa y el pueblo lo sufre. Y lo que parecía un aumento transitorio se va haciendo endémico.

Lo normal hoy es el CAMBIO constante de precio en los productos alimenticios. Lo mismo ocurre con los materiales de construcción, cuyos costos de adquisición han llegado a variar durante un mismo día.

¿Qué pasa en República Dominicana, el tercer país latinoamericano con la mayor inflación en sus productos?

Ya están disminuyendo los costos internacionales de materias primas, los famosos «commodities», de los que les gusta hablar a algunos, quizás para confundir con un término no muy manejado por la gente.

Sabiendo eso, ¿por qué no disminuyen los precios en la misma proporción? ¿Por qué, además, se han hasta duplicado, si el Gobierno ha anunciado -lanzando confeti- la recuperación económica y del empleo?

A los precios no les ha tocado la misma suerte de recuperarse.

Ni otorgando el beneficio de la duda se satisfacen las interrogantes. El Gobierno y empresarios propiciaron un aumento salarial excluyente y poco efectivo. A la mayoría no le llegó al bolsillo. Esa mayoría no tiene cómo sortear los altos precios. También eliminaron o recortaron planes de ayuda social.

Hay mucha indiferencia de la actual administración gubernamental ante este problema tan grave. Sonreír mientras se come chicharrón no cae bien en la gente, cuyos problemas inmediatos no se limitan a un chicharrón con yuca o guineítos.

Como a la Trigueña Encarnación, original de la Orquesta Aragón y luego tocada por la orquesta del recién fallecido maestro Larry Harlow, quizás al Gobierno haya que decirle: ¡Cambia el paso, que se te rompe el vestido!