Buscando el éxito

29-08-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
Compartir:
Compartir:

No faltan en ninguna nota, timeline o etiqueta. Las palabras «cambio» y «mejor» llenan las redes, medios y cabezas. Embaucan y convocan, a los pro y a los contra.

Conscientes del papel del Estado en la construcción del bienestar colectivo, vale preguntarse si lo que se vende es lo que se vive. ¿Cambio para mejor? Para discutir en grupo de tres.

¿Estarán mejor los que hoy compran el pollo a 100 y 125 pesos, cuando hace un año lo compraban a 45?

¿Mejor los productores de cerdos que han perdido su producción por descuido del gobierno, quitándoles hasta los técnicos de programas de vacunación?

¿Cambiaron para mejor los más de 63 mil desvinculados de las instituciones del Estado, sobre todo los que no han recibido sus prestaciones?

¿Está mejor usted que ya no puede recibir el servicio de calidad y eficiente del Sistema 911?

¿Estarán mejor quienes transitan por las carreteras del país, sin contar con unidades de servicios viales como antes?

¿Mejor ahora la sociedad con menos comunicación gubernamental y más propaganda personalizada de Presidente y Ministros?

¿Va mejor el país donde se han olvidado luchas y conquistas de años y donde crecen las muertes neonatales porque se abandonó todo lo logrado en esa importante tarea?

No está mejor un país donde crece la desigualdad y donde la división de clases es práctica diaria desde el Estado.

No han mejorado la salud, ni la educación, tampoco el transporte, mucho menos la seguridad, el medioambiente y la energía, en la agropecuaria y la institucionalidad todo ha retrocedido. La involución en esos sectores sí es muestra del cambio.

Se nota el deseo de decir «no funcionaba» o «no servía», para que entre la siempre noble mano salvadora del sector privado. En los últimos ocho años, todo se logró fortaleciendo al sector público, pero a quienes gobiernan hoy, eso no les resulta lucrativo. 

El discurso va muy bien, replicado cuantiosamente por medios y redes. La realidad va por otro lado, ignorada por el gobierno y los independientes, pero sufrida por la mayoría vulnerable, cuya situación empeora por la pandemia.

Y como gobernar se ha convertido en un programa de chistes y variedades, siguen buscando el éxito en propaganda vacía y en los aplausos de la arena, no con políticas públicas con sentido que, por lo menos, mantengan los niveles del país que recibieron.