Tal vez ahora se comprenda mejor a aquellas personas que gustan de estar a solas consigo mismas y prefieren “quedarse en casa y que no las molesten”.
“Me gusta estar conmigo, disfruto la compañía de mi misma”, me comentó una amiga a quien escribí hace unos días para desearle felices fiestas, dueña de una linda sonrisa, conversadora y muy inteligente mujer.
La pandemia interminable ha contribuido a normalizar ese gusto por una nueva soledad alegre, al ofrecer espacios y oportunidades de acogida en el teletrabajo, de librarse de una fiesta para disfrutar una película en casa o poder mudarse a un pueblito alejado de la gran ciudad.
Preocupa que la pandemia no cede y que sigue creando trastornos en el mundo. Preocupa que la inflación vendida como transitoria vino para quedarse. Preocupa la desvalorización del peso que llega con esa inflación. Lo precaria que torna la vida.
Sólo en la comunión que brota de la comunidad será posible que la crisis no nos dañe aún más. Pues no parece que el gobierno esté para los pequeños.
La Navidad dominicana huele al pino de cuaba en las montañas; con sus conos y ramas jóvenes se hacen adornos para colgar en las puertas. Endémico y único de la isla, antes crecía desde el nivel del mar hasta el pico Duarte. Ahora está restringido a las altas montañas.
¿Qué decir de los lerenes, nativos de humedales de zonas bajas, tan humildes como exquisitos?¿Y del Pan de fruta? Traído desde Asia por el colonizador para alimentar a los esclavos.
Ya termina el año, de nada vale lamentar lo que pasó, es tiempo de renovar esperanzas.
Ojalá y quienes nos gobiernan ajusten el rumbo y se dediquen con esmero a ejecutar políticas públicas en beneficio de quienes más necesitan.
Los dominicanos y dominicanas nos merecemos un año 2022 con más equidad y bienestar.
Como sacado de un cuadro de comedia, el Gobierno tomó la decisión administrativa de pedirles a artistas que por favor, porque no hay sentencia judicial alguna, devuelvan los 100 millones de pesos regalados la Navidad pasada. Si está dentro de sus posibilidades…
Para tamaño escándalo, resultan pobres y cortos los escasos dos párrafos en los que la Dirección de Contrataciones Públicas trató de explicar que artistas debían devolver el dinero.
Temo decepcionar a unos y a otros que esperan/temen/desean que la presidencia de Gabriel Boric sea una reedición de la Unidad Popular 1970-73 que encabezó Salvador Allende, en naturaleza, ritmo y retórica.
Son otros estos tiempos -sobra decirlo, y es mucha la sabiduría acumulada por las fuerzas económicas, sociales y políticas chilenas -me consta- en el análisis y estudio de su historia, en particular la de los últimos 50 años.
Dice el pueblo que quien no sabe para dónde va ya llegó y eso le ocurre al gobierno PRM-Adivinaver. Su plan y norte parecen ser los beneficios que consiguen del ejercicio del Poder los dirigentes perremeistas devenidos en funcionarios y sus respectivos grupos de negocios, fideicomisos incluidos.
ientras, el país es un barco que pintan bonito en sus fieles medios de comunicación. Un Titanic impresionante pero en rumbo ineluctable hacia la trágica colisión.
Cada año, un grupo de amigos reunimos el deseo de alegrar y ayudar a otros y los entregamos en forma de juguetes en hospitales infantiles.
Como consecuencias del Covid-19 no podremos entrar a los hospitales, por lo que ahora nos preparamos para ayudar a la Escuelita Dios es Fiel en Dajao, Haras Nacionales, Santo Domingo Norte.
Con el cambio climático disminuyendo las precipitaciones y con tendencia a la sequía según los modelos de treinta años para el país, los embalses no son la mejor estrategia para conservar el agua.
Cualquier infraestructura que se construya en cuencas que no están en el estado de conservación adecuado para la captación del agua está en riesgo, como bien dice el INTEC, porque ¿con qué agua se llenarían esos embalses para mantener los niveles necesarios para producir electricidad y regadío?
Los dominicanos llegamos a la Navidad de este año habiendo sorteado todo tipo de situaciones, una muestra más de que este pueblo está lleno de gente buena y trabajadora.
Miremos los detalles simples de la vida, cantemos, bailemos y abracemos para llenar esta Navidad de toda la solidaridad y el cariño que tanto vamos a necesitar los dominicanos en los años por vivir.
Once meses han pasado desde que en enero el Presidente anunciara «medidas sin precedentes» para llevar la libra de pollo a 50 pesos.
Diez meses han pasado desde que en febrero el mandatario anunciara desde el Congreso Nacional en Rendición de Cuentos que el Gobierno iba a construir en 2021 más viviendas de las construidas por el Invi en 60 años.
Todos ellos, empresarios y trabajadores, resistieron las adversidades y enfrentaron la tentación de la depre con más trabajo, con más humor, con más gallardía y con más creatividad. Con todo lo que hemos vivido y sus pesares, gracias a ellos salimos adelante.
Aún con la brisa en contra de la inflación importada, aún lesionados por el Covid-19 y más aún desilusionados temprano por el desamor del Gobierno hacia su prójimo necesitado en el campo y en los barrios.
No debió ocurrir que a pocos días de instalado aquí el reino celestial de la ética y la moral se destapara un fraude multimillonario en la Lotería Nacional.
En el reino puro que se nos prometió no debió ocurrir que Educación pagara mil trescientos (1,300) millones de más en una “pequeña” licitación.
Tampoco debió ocurrir que ese mismo MINERD tuviera que suspender dos concursos para maestros por manejos dudosos.
La construcción del consciente colectivo de las sociedades tiene mucho o todo que ver con la construcción de los relatos. Porque no, la importancia de la narrativa no es cosa nueva.
Las discusiones deben llevarnos a generar un futuro diferente, más positivo que el presente. Y es tarea de todos hacerlo con un debate más constructivo, que reivindique la democracia, que deje de abrir más heridas y grietas. La prensa, partidos políticos y organizaciones de todo tipo deben jugar su papel en esto.
Llamamos la atención de las autoridades y las ONG relacionadas a las AICAs para que atiendan el reclamo de los campesinos y medien en este conflicto entre los cafetaleros y ambientalistas para que se resuelva a favor de la conservación y se convierta esta zona de Loma la Botija y picos aledaños en un Corredor Biológico para proteger las más de 12 especies de aves de distribución restringida y de bosques de montaña nublados que allí viven y motivaron la creación de esta AICA de Matadero.