Este junio hace un año del anuncio del compromiso por el agua y desde entonces sólo se ha avanzado en anuncios porque la discusión no ha sido muy abierta, que sepamos, y las sugerencias hechas por universidades como INTEC sobre el aumento de la inversión en conservación y protección del recurso no han sido respondidas.

Es obvio también el fracaso del Ministerio en la protección de ríos y bosques. Casi dos años abogando por Loma Las Filipinas, Loma Miranda y otras áreas, casos como los de Sabana Clara, donde hubo que desalambrar, y el área de Sabana Grande de Boyá, nueve veces intervenida por el SENPA, el comunicado de la Coalición en defensa de las áreas protegidas este cinco de junio, son tres botones de muestra.

El Gabinete del Agua se ha enfocado en la construcción de presas que nadie quiere, sin estudios de impacto actualizados. Ya lo hemos dicho: construir presas no es conservar el agua.

El estudio de 2016 del ingeniero Reynoso debe ser actualizado para las áreas donde se plantean infraestructuras como las presas y mega proyectos turísticos, dada la condición crítica de nuestros ríos y áreas protegidas. Y no acelerar la aprobación de una ley que no ha sido suficientemente debatida, ni ponderada aún por todos los sectores de la población.

El agua es un derecho humano y un recurso indispensable y su gestión debe ser participativa porque es asunto de todos. En los países donde se ha privatizado el agua no ha mejorado su conservación y en ese espejo debemos mirarnos.

Ángela Guerrero
Bióloga. Botánica. UASD.