Que estas fiestas sepan a ponche de Lizzie, o a una deliciosa comida de las Polo. Que traiga fragancias tan fantásticas como las de los jabones de Artisens y tanto cariño como el que ponen en sus creaciones cientos de pequeños emprendedores de nuestro país.
Aprovechemos las compras de regalos para amigos, compañeros y familiares y apoyemos a los más cercanos a nosotros.
Puerto Plata está en un verdadero estado de emergencia ambiental, como sugiere SOECI, porque esa provincia, desde 2013, está en las noticias casi cada dos años por inundaciones tan pronto ocurre alguna vaguada. Esto así, precisamente, por la falta de protección de Isabel de Torres.
Esa montaña es crucial para el microclima y la hidrografía de Puerto Plata, junto con Diego de Ocampo. Pero su papel va más allá porque son áreas protegidas—aunque parece ser que tan solo en el papel—porque albergan especies tan importantes y emblemáticas como la lucia gigante de la Española y el anís de estrella criollo
Llegó la Navidad y con ella las tradiciones, los reencuentros de familias, los aguinaldos y las lucecitas en ventanas y balcones.
Esta época del año casi siempre invita a un repaso de la vida, este año las campanitas suenan tristes para mucha gente.
Y uno quisiera cantar como antes a las Campanitas de Belén, pero la voz se quiebra al pensar que en está Navidad, la gran mayoría del pueblo dominicano las van a pasar arimados en un pesebre.
Algunos, con desarrollada habilidad para evadir tapones, entran a los barrios a cortar camino y atraviesan las calles más estrechas para salirle adelante a la hilera de vehículos.
Y en esta época, en esas pintorescas barriadas, se topan con la creatividad de la muchachada, que extiende un cordón en la calle y con un jarrito piden para decorar el barrio, para un aguinaldo o para poner un arbolito. O son los ‘tigueres’ hacedores de esquinas que piden para beberse unas frías, porque ya estamos en el mes de bebiembre.
Las crisis sanitaria, económica y de certidumbres provocadas por el coronavirus intentan ser aprovechadas para ajustar cuentas contra la convivencia democrática.
Al acecho de cualquier arritmia o turbulencia en el sistema, procuran que gobiernos y partidos democráticos débiles asuman “simplezas extremistas”.
Ahora, cuando empresas, comunidades y familias salen del confinamiento para asumir nuevos desafíos productivos, tecnológicos y laborales, insisten con la aparente rebeldía de la antipolítica.
Algo grave sucede cuando la juventud se lanza en masa a la migración peligrosa. Cuando un pequeño productor de plátanos agarra su machete y empieza a trozar mata por mata su plantación. Cuando decenas de cebolleros y lecheros tiran su producción. Cuando la gente lanza maldiciones en el colmado. Cuando en vez de garantizar, mutilamos derechos. Cuando solo se gobierna para unos pocos… Algo grande está ocurriendo cuando cunde la desesperanza.
Lejos de ser una «gracia», cada metida de pata del Presidente y sus ministros van desconstruyendo la calma y el bienestar, y nos vamos convirtiendo en una sociedad donde con risas y tuits ocultamos los problemas que nos heredará este cambio. Elija usted el sector que más le guste y analícelo.
La excusa, el decreto de sustitución y las etiquetas en tendencia no borran la realidad: vinimos a caer en malas manos, a mala hora.
La crisis climática afecta de manera integral la vida de todos, no solo a la biodiversidad y por eso la solución debe ser integral e inclusiva. El informe revela que los países que avanzan en su lucha contra la desigualdad de género también muestran signos positivos de acción climática.
En el norte de África varios estudios muestran que la violencia es un tema transversal a resolver para desarrollar sociedades resilientes, inclusivas y pacíficas.
En el año 2012 la pobreza general del país era de un 43% y la extrema de un 15%, pero en el campo ambas eran de 52% y 20%, respectivamente. El 81% de los productores poseía 6.3 hectáreas, el 33% poseía 1.23 hectáreas por parcela y el 57% de ellos carecía de títulos de propiedad o eran provisionales. Solo el 33% tenía títulos de propiedad.
Las visitas sorpresa devolvieron la ilusión al campo. Redujeron la pobreza y la pobreza extrema en el campo de manera significativa, fin primordial de las mismas.
Mes por mes, las mujeres agrupadas en la Cooperativa de Mujeres Hacia el Desarrollo de Samaná presenciaron la caída ante sus ojos del rentable negocio que soñaron una vez y que llegó a hacerse realidad.
El hecho de ser entusiastas, cooperativas y demostrar la rentabilidad de procesar coco; el hecho de haber impulsado el desarrollo de su comunidad, no fue suficiente para que el nuevo Gobierno, casi de forma inmediata, les arrancara un camión donado por el Instituto Agrario en la gestión pasada.
Lo sabemos, pero duele: el aumento en los precios lo sufren más los que ganan poco, aquellos que tienen un salario fijo, pensión y otros que no ingresan, porque están desempleados.
El impacto del alza de precios no es el mismo para quien gana 10 mil o 20 mil pesos mensuales y otro que gana 100 mil o 200 mil pesos mensuales.
El alza de precios es un recorte desigual del ingreso real de las personas. Sufrimiento desigual ante la inflación: a menos ingresos, más dolor.
El que un grupo de artistas e intelectuales de San José de Ocoa se congreguen y den nacimiento a lo que han denominado el Ateneo Ocoeño es un hecho notable por diferentes razones.
El Ateneo Ocoeño como la Fundación Máximo Gómez y todas las articulaciones que vienen brotando por doquier en nuestro país, son el resultado de un momento, de un contexto, de una toma de conciencia y de una tradición de lucha y de compromiso con nuestro pueblo.
Hay que recuperar la institucionalidad, que la gente viva con paz y dignidad, que comer tres veces al día no sea un anhelo, que volvamos a recibir atención de calidad del 911 y que la seguridad vial en las carreteras siempre esté para nosotros, que las mentiras y el odio no nos ganen y se siga convirtiendo al país en una carnicería, con una justicia de circo a falta de pan.
Es posible recuperarnos. Y estamos condenados a hacerlo mejor de lo que ya se hizo. Recuperaremos una sociedad cada vez más desintegrada, más dividida y violenta.
El inventario Forestal realizado en la gestión anterior y que fue muy criticado en 2018 por los agoreros del actual gobierno y por ambientalistas y ONG por los resultados abultados en el documento preliminar de entonces, ahora resulta que dicho inventario es perfecto, bueno y válido, porque el resultado se ajustó en un punto y nadie dice nada porque estas autoridades lo usen como base para firmar acuerdos y préstamos para detener la deforestación mientras los periódicos y las organizaciones comunitarias estuvieron denunciando talas y fuegos a troche y moche en varias zonas del país desde el 2020 hasta bien entrado este año.
Los programas están al descuido, sin dudas. La precariedad de los medicamentos de todo género es obvia en los hospitales públicos y en el alto costo. Lo saben pacientes y médicos.
El tránsito y los hoyos. La basura, el Covid 19, el espejismo de la vida actual que nos venden, los ingresos y el empleo restringidos han cambiado, a pasitos, la credibilidad del Gobierno, la opinión y la percepción sobre el mismo.
Como decía Issac Asimoc, citado por Pedro Baños: “Negar un hecho es lo más fácil del mundo. Mucha gente lo hace, pero el hecho sigue siendo un hecho”.