Ojalá y no sea tarde cuando el presidente se entere que la bonanza económica que vende y él se cree, es una vitrina para zombis, una bomba de tiempo que si estalla va a provocar escasez y hambre; porque el costo lo pagará el pueblo dominicano.

Cuando Luís se entere que es mentira la reducción de la criminalidad.

El día que el presidente descubra que el sistema de salud va en deterioro, que no hay medicamentos de alto costo y que las Boticas Populares están vacías, como buen gobernante, saldrá a repartir aspirinas para el cáncer.

Si Luís supiera lo del negocio de las vacunas y el despilfarro de dinero que ahí se dió y se sigue dando, mandaría a borrar sus fotos con la manga arriba.

Luís ni sabe lo que está pasando en el campo, miles de productores la están pasando mal y los demás van camino a la quiebra.

Es muy triste que un presidente no sepa que la gente no le cree a sus funcionarios, pero tampoco a él.

Ay de aquellos que amañan encuestas y han montado al presidente en una campaña para la reelección, el pobre Luís no sabe que esos números son falsos.

Cuando Luís se entere que este país no es lo que él piensa y vende la propaganda, que sus logros son pírricos con relación a lo que ofreció y que en casi dos años de gobierno lo único que ha hecho es destripar los avances que costaron años de trabajo, quizás se arrepienta, pero el daño ya está hecho.

Cuando Luís se entere de tantas cosas que parece no sabe, estaremos mucho más jodidos, pero con un Presidente que por fin se entera del desastre de su obra de gobierno.