En las últimas semanas desde el Gobierno y sus instituciones nos venden el relato de que la economía está mejor que hace décadas, que hemos crecido como nunca antes y que los logros del Cambio son majestuosos.
Pero si usted se pone a pensar, no hay que ser experto en economía para saber que algo no cuadra.
Si lo que dice el Gobierno es cierto, entónces no se explica el deterioro de la calidad de vida de la clase media y los pobres.
Más allá de la mentira, ésa que fue el Presidente y sus funcionarios a contarles a los pobladores de San Juan, ya estos habían recibido durante 2012-2020 nueve farmacias del pueblo, dos hospitales y dos centros de atención primaria; un Centro de Atención Integral para la Discapacidad, 46 nuevas escuelas para 17,220 estudiantes y 384 títulos de propiedad.
Más allá de la negación de lo que se había hecho, fueron el Presidente y sus funcionarios a fingir que les importan los sanjuaneros, declarando EMERGENCIA en la provincia. Nueve meses más tarde, no ha emergido una obra. ¡Vaya emergencia!
En algún lugar leí, no recuerdo donde ni quien escribió, acerca del “Gobierno desechable”. Aquel que haría lo que vino a hacer, misión cumplida y adiós.
El gobierno desechable vendría a ser una suerte de “rebeldía o disrupción conceptual” (y práctica agregaría yo) al fetichismo de “lo sostenible”, tan en boga por el afán conservador que se ha apoderado de todos (incluyéndome a mi) frente a los desmanes de la improvisación y de la depredación.
El Programa de Alimentación Escolar ha sido prácticamente desmantelado y otro escándalo de corrupción se ha llevado de paro a su director.
Para remate, en un proceso de licitación para adquirir computadores, decenas de ofertas que cumplían los requisitos y además ofertaban más barato, fueron desechadas para escoger las que costarán mil trescientos millones de pesos más caras.
Que estas fiestas sepan a ponche de Lizzie, o a una deliciosa comida de las Polo. Que traiga fragancias tan fantásticas como las de los jabones de Artisens y tanto cariño como el que ponen en sus creaciones cientos de pequeños emprendedores de nuestro país.
Aprovechemos las compras de regalos para amigos, compañeros y familiares y apoyemos a los más cercanos a nosotros.
Puerto Plata está en un verdadero estado de emergencia ambiental, como sugiere SOECI, porque esa provincia, desde 2013, está en las noticias casi cada dos años por inundaciones tan pronto ocurre alguna vaguada. Esto así, precisamente, por la falta de protección de Isabel de Torres.
Esa montaña es crucial para el microclima y la hidrografía de Puerto Plata, junto con Diego de Ocampo. Pero su papel va más allá porque son áreas protegidas—aunque parece ser que tan solo en el papel—porque albergan especies tan importantes y emblemáticas como la lucia gigante de la Española y el anís de estrella criollo
Llegó la Navidad y con ella las tradiciones, los reencuentros de familias, los aguinaldos y las lucecitas en ventanas y balcones.
Esta época del año casi siempre invita a un repaso de la vida, este año las campanitas suenan tristes para mucha gente.
Y uno quisiera cantar como antes a las Campanitas de Belén, pero la voz se quiebra al pensar que en está Navidad, la gran mayoría del pueblo dominicano las van a pasar arimados en un pesebre.
Algunos, con desarrollada habilidad para evadir tapones, entran a los barrios a cortar camino y atraviesan las calles más estrechas para salirle adelante a la hilera de vehículos.
Y en esta época, en esas pintorescas barriadas, se topan con la creatividad de la muchachada, que extiende un cordón en la calle y con un jarrito piden para decorar el barrio, para un aguinaldo o para poner un arbolito. O son los ‘tigueres’ hacedores de esquinas que piden para beberse unas frías, porque ya estamos en el mes de bebiembre.
Las crisis sanitaria, económica y de certidumbres provocadas por el coronavirus intentan ser aprovechadas para ajustar cuentas contra la convivencia democrática.
Al acecho de cualquier arritmia o turbulencia en el sistema, procuran que gobiernos y partidos democráticos débiles asuman “simplezas extremistas”.
Ahora, cuando empresas, comunidades y familias salen del confinamiento para asumir nuevos desafíos productivos, tecnológicos y laborales, insisten con la aparente rebeldía de la antipolítica.
Algo grave sucede cuando la juventud se lanza en masa a la migración peligrosa. Cuando un pequeño productor de plátanos agarra su machete y empieza a trozar mata por mata su plantación. Cuando decenas de cebolleros y lecheros tiran su producción. Cuando la gente lanza maldiciones en el colmado. Cuando en vez de garantizar, mutilamos derechos. Cuando solo se gobierna para unos pocos… Algo grande está ocurriendo cuando cunde la desesperanza.
Lejos de ser una «gracia», cada metida de pata del Presidente y sus ministros van desconstruyendo la calma y el bienestar, y nos vamos convirtiendo en una sociedad donde con risas y tuits ocultamos los problemas que nos heredará este cambio. Elija usted el sector que más le guste y analícelo.
La excusa, el decreto de sustitución y las etiquetas en tendencia no borran la realidad: vinimos a caer en malas manos, a mala hora.
La crisis climática afecta de manera integral la vida de todos, no solo a la biodiversidad y por eso la solución debe ser integral e inclusiva. El informe revela que los países que avanzan en su lucha contra la desigualdad de género también muestran signos positivos de acción climática.
En el norte de África varios estudios muestran que la violencia es un tema transversal a resolver para desarrollar sociedades resilientes, inclusivas y pacíficas.
En el año 2012 la pobreza general del país era de un 43% y la extrema de un 15%, pero en el campo ambas eran de 52% y 20%, respectivamente. El 81% de los productores poseía 6.3 hectáreas, el 33% poseía 1.23 hectáreas por parcela y el 57% de ellos carecía de títulos de propiedad o eran provisionales. Solo el 33% tenía títulos de propiedad.
Las visitas sorpresa devolvieron la ilusión al campo. Redujeron la pobreza y la pobreza extrema en el campo de manera significativa, fin primordial de las mismas.
Mes por mes, las mujeres agrupadas en la Cooperativa de Mujeres Hacia el Desarrollo de Samaná presenciaron la caída ante sus ojos del rentable negocio que soñaron una vez y que llegó a hacerse realidad.
El hecho de ser entusiastas, cooperativas y demostrar la rentabilidad de procesar coco; el hecho de haber impulsado el desarrollo de su comunidad, no fue suficiente para que el nuevo Gobierno, casi de forma inmediata, les arrancara un camión donado por el Instituto Agrario en la gestión pasada.
Lo sabemos, pero duele: el aumento en los precios lo sufren más los que ganan poco, aquellos que tienen un salario fijo, pensión y otros que no ingresan, porque están desempleados.
El impacto del alza de precios no es el mismo para quien gana 10 mil o 20 mil pesos mensuales y otro que gana 100 mil o 200 mil pesos mensuales.
El alza de precios es un recorte desigual del ingreso real de las personas. Sufrimiento desigual ante la inflación: a menos ingresos, más dolor.