A mi me gusta la gente que habla con pasión sobre lo que hace. No hay forma de no contagiarse con sus mundos, porque se desbordan mientras los comparten.

José es una de esas personas. Lo conozco poque he tenido la suerte de trabajar con él, de escucharlo hablar con esa sabiduria de campo sobre cómo ha sido partícipe de la transformación de una ciudad, sus parques, escuelas y calles. 

Siembra árboles y vida. Sabe que con cada planta que siembra, crece la hermosura, la salud y el bienestar de la comunidad. 

¡Cuánto sabe y que bien comunica José!

Galeano, mi amado Galeano, decía que el mundo no estaba hecho de átomos (lo siento, doña Angela), sino que el mundo está hecho de historias, porque cuando uno las cuenta, las recrea y multiplica, convierte el pasado en presente y acerca lo distante. 

José es eso que decía Galeano, un fueguito que brilla con luz propia, entre todos los demas. Y arde la vida con tantas ganas que no puede uno mirarlo sin parpadear, porque enciende.

Aquí un poco de él, su amor por los árboles y lo que hace en Groundwork Lawrence.