Como caña para el ingenio lleva el partido de Gobierno su proyecto de Ley de Extinción de Dominio.

Diseñada a su hechura y conveniencia, avanza la iniciativa en el Congreso. La evolución del discurso del PRM hay que tomarla en cuenta. Pasaron del consenso y la democracia siendo oposición a la imposición y el «sí o sí» siendo Gobierno. La visión y noción de dictador/dictadura ha variado.

Teniendo mayoría legislativa, con apoyo de consortes y partidos bisagra, pudieron aprobar la susodicha iniciativa desde el primer día, pero así no genera morbo. Había que cacarear y hasta hacer el ridículo recolectando firmas.

Puro teatro. La pose y careta del comprometido combate a la corrupción se le cayó al partido de Gobierno al dejar fuera la elusión fiscal, que provoca pérdidas en recaudación al Estado de miles de millones de pesos al año.

Evadir impuestos es robar. Se le roba al pueblo una carretera, un hospital o una escuela, que no se construyen por falta de recursos, que no entran a las cuentas públicas porque muchos se los roban guardándolos en paraísos fiscales. El Presidente lo sabe. Los Papeles de Pandora se lo recuerdan.

¿Combate a la corrupción? Pose y careta. Ya la gente lo sabe.