Quisiéramos pensar que muchas de las situaciones que vivimos hoy en República Dominicana se deben a descuidos involuntarios del presidente y los funcionarios del gobierno.

Muchos descuidos juntos crean situaciones graves para la población. Por ejemplo: 

Descuidar la aplicación de políticas económicas correctas nos ha metido en una ola de inflación que no se detiene.

El descuido al mantenimiento de Punta Catalina y las redes eléctricas tiene decenas de municipios y ciudades sin energía eléctrica; hecho que ocasiona pérdidas a los negocios e industrias y mucha molestia a las familias.

Con dos años de descuido en el sistema educativo hoy no podemos mostrar logros en la educación de nuestros niños, niñas y jóvenes. Ese descuido nos va a costar muy caro.

Haber descuidado las compras de medicamentos de alto costo, tiene a miles de pacientes en vilo y con miedo a perder la vida.

Dejar caer el Sistema 9-1-1 es un descuido que pone en riesgo la vida de quienes lo necesitan.

Por estar tratando la seguridad ciudadana como un espectáculo, al menor descuido, la delincuencia ataca, crece la violencia social y la gente vive con miedo. Descuidaron los programas y políticas públicas para combatir la pobreza, todo apunta a que hoy tenemos más pobres y una parte de la clase media camino a la pobreza.

Los pueblos eligen sus gobernantes para que les cuiden. Parece que el Gobierno del Cambio no entiende ese detalle y por eso los dominicanos estamos pagando las consecuencias de sus pequeños descuidos.