Entidades del Gobierno continúan despojando de sus tierras a productores agrícolas en Bahoruco y otras zonas.
A parceleros de El Seibo no les ha valido mostrar sus títulos de tierra para evitar que el Instituto Agrario irrumpa en sus parcelas para despojarlos de la dignidad y la justicia social de las que habla el Presidente.
La crisis sanitaria dejó al descubierto capacidades latentes y limitaciones no admitidas. En la superación del confinamiento, la irrupción de ganas contenidas.
Descubrimos que núcleos importantes de la sociedad podían trabajar, reunirse, comprar, gestionar el negocio, consultar al médico, aprender, informar(se) y entretener(se) a distancia con mayor rapidez, economía y satisfacción de lo que se pensaba.
Si lo que sucede en Colombia ocurriera en Venezuela, Nicaragua o Cuba esos países estuvieran ocupando los medios cada día, con fotos a todo ancho y grandes titulares.
El Grupo de Lima, Almagro con su OEA ya hubieran convocado reuniones y la “comunidad internacional” estuviera profiriendo alaridos.
Ya se anunciaron los nominados a los Premios Soberano. Como de costumbre, el pataleo también tiene su espacio y su propia alfombra.
Creo que faltaron nominados y categorías.
Quien esto escribe debe su título de Bióloga a esa región, ha asesorado a varios maestrantes de la zona, rica también en recursos humanos, no solo en biodiversidad, y nadie nos va a decir cómo proteger nuestro patrimonio natural. Todos somos el Bahoruco Oriental.
He notado pocos o ningún pronunciamiento del liderazgo social, sindical, empresarial o religioso acerca de estos abusos. Salvo la reacción tardía, después de consumados los hechos, del Presidente.
No solo se ha violado la ley, sino también que se incurre en un acto de injusticia laboral tenida a menos.
Cuando la marea está difícil, el barco no puede tener muchos capitanes.
Parece que en el gobierno hay capitanes para responder a distintos intereses y eso es un peligro.
Pero, hay más peligros.
Aceptemos que este año escolar se perdió y el dinero invertido, también.
Mientras el Gobierno continúe con su política de discotecas abiertas y escuelas cerradas, no podremos avanzar.
Las clases a través de radio y televisión han sido un gran negocio para importantes medios que alquilan sus espacios. Para los padres y niños, una tortura.
El aprendizaje es insuficiente, la conectividad por igual. A todo esto, como ya se ha dicho, pareciera que la ineficiencia y poca planificación han sido el norte del Ministro, a quien se le ha visto buscar más cámaras que soluciones.
Primero habló Biden, 100 días después de juramentarse.
¿Qué dijo el presidente norteamericano?
“La economía del derrame nunca ha funcionado. Es tiempo de hacer crecer la economía de abajo hacia arriba y desde el centro hacia afuera”.
Para lograrlo, el gobierno de los EE.UU. reformará la fiscalidad para que el 1 % más rico aporte miles de millones de dólares y el IRS pondrá mayor empeño para evitar que “millonarios y billonarios hagan trampa con los impuestos”.
Recordó además que “las clases media y trabajadora ya están pagando suficientes impuestos”.
Lo chistoso es que el gobierno de hoy, oposición ayer, celebre hoy el crecimiento que ridiculizaba ayer. Constata el potencial de nuestra economía hoy y comprueba su demagogia de ayer.
Mejor le hubiera sido celebrar ayer el crecimiento que no ridiculiza hoy. Porque, ciertamente, el crecimiento de hoy se parece poco al de ayer.
Te violan y te asesinan, sin importar la edad, y lo que se cuestiona es cómo ibas vestida o qué hiciste para ganártelo.
Las madres deben salir a trabajar para mantener a sus hijos solas, a merced del “échamele un ojo” de todo el barrio
Niñas que deben ocuparse de la casa y de sus hermanitos, teniendo apenas 10 años. “Porque es hembra, debe prepararse para cuando se case”.
En el occidente, la destrucción histórica de la minería dio paso a las tumbas para carbón y siembra de aguacates. Pensábamos que la Mercedes estaba cerrada, pero camiones colectan “muestras” de ¡nueve mil toneladas! Nadie sabe para qué.
El Bahoruco oriental, con mucho menos territorio que el occidental, está desapareciendo a razón de más de veinte mil toneladas por embarque gracias a la segunda concesión a la Belfond Enterprise en el 2015.
Reforzar la vigilancia sin pruebas es un imposible, con el agravante del traslado a la gente del costo de la PCR, aumentando su gasto de bolsillo en salud.
El país debe sumarse a las presiones internacionales sobre los países desarrollados para encontrar alternativas ante la ausencia de vacunas suficientes para el resto de países pobres.
Liberalizar el comportamiento social frente a la pandemia es un despropósito.
Los gobiernos se eligen para que los pueblos avancen en la solución de problemas, y este gobierno camina al revés. Lleva 8 meses inventando y por cada invento, crea problemas y líos que afectan la población.
Entre líos y problemas cada semana, una cosa queda clara, el Gobierno del Cambio solo sabe empobrecer y abandonar a la población.
Hoy la Cámara de Diputados da el frente o la espalda a la mitad de la población dominicana: a las mujeres. Hoy será un gran día o un miércoles triste, plomizo de abril.