Violencia contra la mujer, violencia contra la vida
Varias agencias de la ONU aseguran que la violencia de género y la desigualdad estructural limitan las capacidades de las comunidades para adaptarse al cambio climático y para alcanzar acuerdos de paz y seguridad sostenibles. Este informe del PNUMA demuestra que hay una conexión intrínseca entre género, clima y seguridad, aunque a nivel internacional son poco conocidos, por eso falta legislación (mientras aquí nos imponen una ley antiaborto).
La crisis climática afecta de manera integral la vida de todos, no solo a la biodiversidad y por eso la solución debe ser integral e inclusiva. El informe revela que los países que avanzan en su lucha contra la desigualdad de género también muestran signos positivos de acción climática. En el norte de África varios estudios muestran que la violencia es un tema transversal a resolver para desarrollar sociedades resilientes, inclusivas y pacíficas.
Por otro lado, la escasez de recursos por la degradación de los campos y áreas rurales por el cambio climático, y el consecuente aumento de la pobreza, incrementa la violencia contra la mujer de manera alarmante, según una experta de la UICN, en un estudio que recopila más de mil fuentes y concluye que la violencia de género es el principal medio sistémico para reforzar los privilegios existentes sobre los recursos y funciones.
A medida que los recursos naturales escasean debido al cambio climático, las mujeres y niñas están obligadas a recorrer largas distancias por agua, leña o comida, lo cual las expone y hace mucho más vulnerables al abuso y la violencia sexual. Lo mismo pasa con la caza furtiva y extracción ilegal de recursos. No escapan tampoco las activistas ambientalistas, científicas y hasta turistas.
Las mujeres somos las más afectadas por el cambio climático, y los desastres provocados por el mismo nos hace mucho más vulnerables junto a las niñas en las zonas afectadas; otro tanto ha pasado con la pandemia. Las mujeres han perdido más empleos y han aumentado su trabajo doméstico y las horas cuidando familiares enfermos. Las científicas publicamos menos trabajos y muchas no han podido reintegrarse porque más proyectos fueron cerrados por falta de fondos.
Entender la conexión entre la crisis climática y la igualdad de género es esencial para la gobernanza y solución de conflictos y sobre todo para salvar más vidas de mujeres y niñas.
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