Quitar hasta lo poco
Hace un año que las despojaron de un camión y hace un mes que se lo devolvieron.
Durante ese tiempo, mes por mes, las mujeres agrupadas en la Cooperativa de Mujeres Hacia el Desarrollo de Samaná presenciaron la caída ante sus ojos del rentable negocio que soñaron una vez y que llegó a hacerse realidad.
El hecho de ser entusiastas, cooperativas y demostrar la rentabilidad de procesar coco; el hecho de haber impulsado el desarrollo de su comunidad, no fue suficiente para que el nuevo Gobierno, casi de forma inmediata, les arrancara un camión donado por el Instituto Agrario en la gestión pasada.
A partir de ese momento, sobrevino la desgracia: cientos de miles de pesos perdidos. Durante un tiempo, ellas estuvieron paralizadas por no poder transportar el coco, ya que alquilar otro camión hacía poco rentable el negocio.
Hace un mes, después de interminables peregrinaciones de Samaná a la capital, les devolvieron el vehículo, en tan malas condiciones que lo han tenido que llevar a reparar.
El despojo es un abuso. Y el abuso refleja el desprecio contra esas, contra todas las mujeres campesinas dominicanas, desconsideradas con la indiferencia y el maltrato injustificado.
Devolver a una asociación campesina o de cualquier índole a los cimientos, luego de haber alcanzado crecimiento y sostenibilidad es un crimen.
La política de quitar a los que tienen poco hasta lo poco que tienen causa repulsión hasta al más inhumano de los seres humanos.
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