Hoy, República Dominicana
Recientemente se ha instaurado un discurso de miedo al supuesto “peligro” de que nuestro país sea “invadido” y/o atacado por bandas criminales que actúan en Haití, responsables de clima de violencia y secuestros.
Los sindicatos tradicionales de transporte, bien representados en el poder político, reciben algunos beneficios y principalías mientras que, aquellos que quieren entrar reciben trabas y requisitos.
Necesitamos un plan de contingencia con una visión holística sobre Haití, que incluya todas las aristas e impactos que tendría en República Dominicana la inminente agudización de su crisis.
Para República Dominicana de lo que debería tratarse es de ayudar dentro de una acción de la comunidad internacional y prestar su colaboración para que el gobierno y pueblo haitianos puedan encontrar el camino de la pacificación.
Si el crimen de factura haitiana desborda la frontera y se establece aquí, además de afectar nuestra relativa paz social, espantarán el turismo y las posibilidades de progreso y bienestar de que ha hecho gala la República Dominicana durante los últimos tres lustros.
No se quedó atrás el Director General de Presupuesto en dejar bien claro que la reforma iba «sí o sí», anulando con sus palabras todo resquicio de diálogo, entendimiento o pacto en un tema tan peliagudo como la reforma fiscal.
Antes la vergüenza se pintó de verde, hoy se pinta la sin vergüenza. En sus silencios deberían pensar en el discurso, en lo dicho y lo hecho, en lo vendido.
Recomendamos mejorar el gasto público: gastar lo necesario. Es vital motorizar las inversiones del Estado para dinamizar la economía. Sería inteligente procurar una sostenible inversión en la agropecuaria nacional para poder llevar a la población productos más baratos.
“Vacunarse es un derecho y no vacunarse es un derecho también”, dicen. Pues les digo que vacunarse es un DEBER y no vacunarse una IRRESPONSABILIDAD a menos que tengamos razones médicas para no hacerlo.
La cruel y triste realidad muestra un Estado endeudado, en fiera lucha por rescatar su mal herida economía, aunque entretenido en el teatro del ayer, agobiado por la inseguridad ciudadana, sumado a oscuros nubarrones de sectores sociales, renuentes a cerrar fila en la lucha sanitaria para ponerle freno a la covid-19.
Somos alimento predilecto: proveemos proteínas, vitaminas, calcio, hierro y potasio.
Sin desmeritar las propiedades que tengan las traídas de fuera, recordamos que, sin embargo, nosotras somos el sabor de la Patria.
Sabemos que hay una comisión designada para estos fines y que dio unas recomendaciones, pero, ¿dónde quedan los policías en medio de todo esto? ¿podrá la Policía reformarse a sí misma con los mismos de siempre? ¿Qué herramientas tendrán? ¿Es posible reformar una cultura de autoritarismo por decreto?
El Partido de la Liberación Dominicana considera que el pueblo dominicano merece una explicación completa y convincente del Presidente Luis Abinader sobre estas empresas no incluidas en su declaración pública de bienes, que lo vinculan a la colocación de gran parte de su patrimonio en paraísos fiscales, los cuales son utilizados con el fin de eludir responsabilidades fiscales y tributarias.
EEUU es el único país que no se enfrenta a amenazas creíbles a su seguridad, aparte de las supuestas amenazas junto a las fronteras de sus adversarios, que están rodeados de misiles nucleares apostados en algunas de los 800 bases militares estadounidenses esparcidas por el mundo (China tiene una, en Yibuti).
Lo que se pide no es privilegio, no es cuota, no es un trato preferencial, lo que se pide es que se entienda que hay una ciudadana que busca la presidencia, igual que lo han hecho otros. ¿Será esto mucho pedir? o es que… ¿el liderazgo masculino se ve amenazado por la incursión de esta candidatura? Veremos.