La tormenta perfecta que lleva a la pobreza

24-10-2021
¡Te lo dije!
Ojalá, República Dominicana
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En el año 2012 se habló sobre una tormenta perfecta que llevó el nombre de huracán Sandy con una trayectoria hacia Nueva York y se anunciaba que algo así nunca había sucedido. Para que esto se diera, tenían que pasar tres fenómenos que permitieran que se lograra dicha tormenta: un huracán, una tormenta tropical y un viento del polo norte. Tres fenómenos que combinados destruyen todo a su paso. Es lo que preveo ocurrirá en República Dominicana, si no cambian las políticas para mitigar la crisis que tenemos.

En la actualidad pasamos por una de las peores inflaciones que afecta al salario de los ciudadanos, que no les permite pagar los gastos fijos ni sostener una alimentación estable. Podría decir que este es el primer paso para llevar a la población a una tormenta perfecta, que tiene matices de llevar a la clase media a la pobreza y a los pobres a la pobreza extrema.

Los combustibles suben de precio de manera insostenible y el garrafal error proveniente del Ministerio de Agricultura de otorgar permisos de importaciones sin el debido estudio y que permite la entrada de alimentos en tiempos de cosecha, fue la ocasión perfecta para destruir el campo. La planificación no es una constante para el gobierno por lo menos en temas agropecuarios.

Otro elemento que nos lleva a la perfección de un desastre de magnitudes épicas es el alza de todos los precios de consumo básico, así como los que no lo son, lo que provoca una inestabilidad en un momento que es atípico, ya que seguimos en medio de una pandemia que aún no llega a su final.

La falta de circulante de dinero en la población es obvia. El Gobierno no ha podido motorizar las inversiones en obras, quedándose en mera publicidad barata. Por lo visto, lo que viene es más peligro todavía: una reforma fiscal que por lo que sugiere la experiencia con esta administración, no afectara los intereses de los más ricos, ya que estos representan a esa clase en específico.

Según el boletín trimestral del mercado laboral abril-junio 2021 del Banco Central de República Dominicana, tanto empleos formales como informales suman 4,532,708, para un incremento de 286,013 personas (6.3%) con relación a los 4,246,695 trabajadores de igual periodo del año anterior, el cual constituyó el momento más crítico de la crisis sanitaria.

Lo que me llama la atención de este dato es la combinación de formales e informales, ya que más adelante en ese mismo boletín del Banco Central dice: «Con relación a la informalidad total, es decir la proporción de los ocupados que no tienen acceso a la seguridad social vía su ocupación, la misma fue de 58.0% en abril-junio 2021, registrando un incremento interanual de 4.1 p.p. con respecto al segundo trimestre del año 2020».

Este dato dice que se están perdiendo trabajos formales, por lo que el incremento de personas que no tienen seguridad social ha incrementado de manera interanual en 4.1%.

Todo lo dicho hasta ahora sugiere que estamos frente a una tormenta perfecta que está llevando a la población a la pobreza. Recomendamos mejorar el gasto público: gastar lo necesario. Es vital motorizar las inversiones del Estado para dinamizar la economía. Sería inteligente procurar una sostenible inversión en la agropecuaria nacional para poder llevar a la población productos más baratos.