José
A mi me gusta la gente que habla con pasión sobre lo que hace. No hay forma de no contagiarse con sus mundos, porque se desbordan mientras los comparten.
José es una de esas personas.
A mi me gusta la gente que habla con pasión sobre lo que hace. No hay forma de no contagiarse con sus mundos, porque se desbordan mientras los comparten.
José es una de esas personas.
José y Dolores lograron crecer y vender sus dulces donde los grandes vendían, gracias a la democratización del crédito y Banca Solidaria.
Estas y otras acciones, fueron creadas como resultado de escuchar a la gente y sus necesidades, de conocerlos y sentir respeto y cariño por ellos.
Al discurso de la paz y no violencia: petición y celebración de mano dura, orden de que se metan a los barrios a arrastrar y buscar supuestos delincuentes.
Al discurso de más salud: Senasa y el programa de Alto Costo perdidos, los hospitales arruinados, incremento de la mortalidad materna e infantil, programas preventivos olvidados.
Cuando el duro momento de enterrar a un padre, amigo o hermano era la pizarra perfecta para escribir insultos, y señalar como un merecimiento, como si la muerte solo le tocará a los que decidimos que son los malos, no pusimos un freno.
Por años, fuera y dentro del gobierno, han jugado al desprestigio y a la desmemoria, como si Google, de lo que parecen ser fanáticos, no archiva sus ocurrencias, promesas e historias.
¿Cómo es que los dominicanos hemos vuelto a quejarnos de los apagones, que ya no existían?
¿Cómo es que se nota que ya Senasa, por ejemplo, no funciona como antes, y que ha disminuido su calidad?
Los jardines comunitarios son una fuente de alimentos frescos, empleos e integración. Son creados en espacios abandonados y/o contaminados, rescatados para lograr lo que anteriormente les conté, y se ubican en parques y vecindarios.
No estamos seguros ni en compañía de nuestros hijos, como Leslie. Ni en una plaza, como David, ni en las calles o en nuestra casa, como en otros tantos casos. A palos, dentro de un cuartel, por equivocación o por demostrar poder; las razones las eligen los verdugos de gris.
Cuidar la comida y a quienes la producen, en medio de esta situación mundial, demanda políticas públicas correctas, que no destruyan lo logrado y nos permita cuidar a productores y consumidores, no destruirlos. Es cuestión de lógica, señores.
Ciegos y sordos de odio, no escucharon sobre la tormenta venidera. Se hablaba de un tema de visiones y propuestas. De una que seguiría fortaleciendo la inversión pública en salud, y de otra que prefiere entregar dinero a los centros privados, donde no te ingresan o entregan un cadáver hasta saldar la millonaria deuda. Se supo con antelación, siempre estuvo claro.
El amor y la familia no se defienden a bofetadas. Y con esas justificaciones, pasa igual con las mujeres sometidas al abuso en República Dominicana y el mundo, revictimizadas por autoridades y por quienes conocen sus casos.
Si no me creen, recordemos algunas de las «defensas» que leemos y escuchamos sobre sus situaciones: «algo hizo para merecerlo», «no debió o debió hacer» o «seguro lo hartó». Porque para muchos, el golpe arregla, educa y resuelve.
Sustituyen producción local por importaciones, clavando en la deuda y la miseria a nuestros campos y a su gente.
La salud, la seguridad y la educación, los avances institucionales, la democracia y el derecho a disentir rumbo a su Gólgota.
De no apoyar a las mujeres con las tres causales, llega a estar preocupado por el costo de las toallas sanitarias. No sé que lo habrá iluminado, pero me alegra y espero que continúe. Porque visibilizar a quienes no pueden acceder a servicios y derechos, siempre será importante. Sobre todo para salvar la vida de las mujeres. Piénselo un poco.
Más que gustarnos o no, la democracia se fortalece con el PLD activo, haciendo el tipo de oposición que hace, enfrentando con inteligencia y veracidad lo que se ofrece del sector oficial, con secretarías activas y con nuevas caras jugando papeles estelares.
¿Puede serlo aún más, y tan activa como espera una militancia deseosa de defenderse y mostrar con orgullo la obra de gobierno de su partido? Quizás, pero en algún momento hay que empezar a elevar y enderezar, si es que hay posibilidad de ello, el debate sobre temas de importancia para todos.
Lo virtual parece ser lo real. Ahí estamos aprendiendo a cómo ser buenos padres, a cocinar, a movilizarnos, a hacernos parte de situaciones y momentos y, para ir entrando a lo que hoy quiero tratar, también a hacer comunicación política.
e el afán de ser tendencia no los haga lucir sin planes, sin estrategias. Que la política que hacen en el mundo digital no luzca vacía, sin norte.
Los reclamos sociales crecen y los encabezan los engañados, los cubeados, los que tenían garantizados los servicios que han visto destruirse.
Comida barata en mercados y gratuita y de calidad en las escuelas , salud en hospitales dignos y con Senasa, educación para los hijos garantizada en planteles seguros, son parte de las políticas que han decaído. ¿No se enteran en Palacio? Lo sufre la gente, los que no ven cambios positivos ni respuestas.