Cuidado con lo que amplificas
Aquí estamos, viendo como se despedazan los sentimientos de la gente por un «Me gusta», mirando pasivamente cómo se usan familias y hasta niños como carne de cañón para ser tendencia.
Aquí estamos, viendo como se despedazan los sentimientos de la gente por un «Me gusta», mirando pasivamente cómo se usan familias y hasta niños como carne de cañón para ser tendencia.
No sé si será posible disfrutar un buen gol mientras los que se quieren, no pueden quererse públicamente.
No sé si haya fiestas posibles, mientras se pisotea la dignidad y la vida de tanta gente.
Absurdo es ver gente hablar de democracia e ideologías, únicamente cuando los beneficios de ser y estar ya no son los mismos, y cuando los resultados de los procesos no le favorecen.
Desde que se inventaron la excusas, desaparecieron los culpables. Le va como anillo al dedo a las autoridades actuales. Gobierno central y alcaldías.
ocurrido el pasado viernes 4 de noviembre es un simple recordatorio de que las desgracias, cuando te dirigen sin conciencia y planificación, llegará a todos, en cualquier momento, en formas distintas.
Prevención, luego del daño.
Comunicación, inexistente.
Este es el día en el que peledeístas y ciudadanos están convocados a votar y elegir la política real sobre la politiquería, las soluciones sobre la creación de problemas, la decencia institucional sobre el atropello, la representación sobre el abandono, la unidad sobre la cizaña, la propuesta colectiva sobre el «yo soy el que soy».
Tres mujeres y tres hombres han sido la parte más visible del proceso, pero una enorme cantidad de peledeístas ha trabajado durante meses para que esta sea una consulta democrática exitosa.
Los que destruyen a diestra y siniestra, los que no garantizan derechos adquiridos, los que patean la institucionalidad y la dignidad de la gente, ya lo ha visto usted, son capaces de cualquier cosa.
La lucha debe seguir, con criterio y conciencia. En política, en economía, en educación y donde ellas decidan. Donde nosotras decidamos estar.
Porque, mientras enseñamos a ver a las mujeres con los ojos correctos, rebelarse es el mandato.
Serena, no siempre serena, es reina y diosa, leyenda y ejemplo. Mito, humana, ahora al descanso.
God save the queen.
Como si se tratara del lanzamiento de una nueva producción discográfica, el involucrado en un hecho reciente, se paseó arrogante por un programa de televisión, ofreciendo su versión de los hechos. ¡Qué suerte que pueda darla!
De entrada, con dulzura y sin decoro, se le expresó que se esperaba se sintiera cómodo. Sin perder un segundo el engreimiento, reveló nombres, se compartieron intenciones y rodaron los derechos de la menor.
Decía Danilo que si el discurso se correspondía con lo que harían, eran una seria amenaza para el Estado, porque no lo conocían. Que la gente confundía ataques con propuestas, y que era muy simpático hablar de corrupción y marcar a todos como ladrones.
Inexplicable es, por ejemplo, que quien se quejara, por amor y respeto a la patria, de que una vía se detuviera unos minutos para que la caravana presidencial cruzara, no diga nada sobre el cierre total y permanente de una calle completa para un presidente.
Se relajó tanto con la desgracia ajena, con las filtraciones judiciales bien intencionadas, con el uso de las fotos familiares, menores de edad incluidos, que olvidaron que podría tocarles la puerta en algún momento. Porque, cuando se debilita y se destruye el sistema político por politiquería, no se salva nadie.
Sea cual sea tu caso, y espero que me perdones el atrevimiento de la recomendación, descúbrelas, vívelas, disfrútalas, reconócelas y no las dejes a un lado jamás. Son y serán simple un ancla importante para la vida.
Me preocupa lo fácil que es saltar entre colores, porque claramente no ven diferencias ideológicas entre uno y otro. Y esa es una falla de todos los partidos.
Por eso entienden que da igual seguir al PLD en su país, a Trump en Estados Unidos o celebrar acciones de la derecha recalcitrante en otros países. No advierten diferencias, pero tampoco se las enseñan.