Sin cabos sueltos

06-11-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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Desde que se inventaron la excusas, desaparecieron los culpables. Le va como anillo al dedo a las autoridades actuales. Gobierno central y alcaldías.

Lo ocurrido el pasado viernes 4 de noviembre es un simple recordatorio de que las desgracias, cuando te dirigen sin conciencia y planificación, llegará a todos, en cualquier momento, en formas distintas.

Prevención, luego del daño.

Comunicación, inexistente.

Una mezcla peligrosa que deja a su camino pérdidas y lamentos.

Hay quienes nunca quieren que se recuerde la gestión de situaciones como estas en el pasado, porque entienden que se politiza el tema. La realidad es que hay un tema neurálgico de visiones políticas, y eso no debe olvidarse. Porque cuando se mira con cariño a la gente que mal pasa, se actúa para prevenir correctamente y acompañarles a superar cuanto antes lo que viven.

No habrá ni solución ni disculpas. Misa para los muertos y palmadita en la espalda para los que perdieron todo el esfuerzo de su trabajo. Hasta la próxima situación.

Recuperar lo perdido se va convirtiendo en un acto patriótico.

Porque necesitamos hospitales dignos, otra vez.

Necesitamos instituciones capaces con acción rápida ante las desgracias, otra vez.

Porque deben garantizarse espacios en las escuelas, otra vez.

Porque el 911 debe volver a ser lo que era, otra vez.

Porque la comunicación estatal debe jugar su papel y abandonar la propaganda, otra vez.

Porque la gente debe sentirse escuchada y no abandonada, otra vez.

Ya está demostrado que estos no pueden. Hay que volver.

Sin cabos sueltos.