Cuidar la comida. Cuestión de lógica 

24-04-2022
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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“La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advierte que la República Dominicana debe prepararse para una escalada prolongada de precios en los alimentos. Esto por la dependencia de la importación en algunos alimentos”. La nota puedes leerla completa en nuestra web.

La introducción de este #QuieroQueSepas es clara, pero quiero hablar de otros detalles que giran a su alrededor.

Con una situación mundial que influye y complica, lo lógico y correcto sería que se fortaleciera el sistema que fue capaz de producir más del 85% de los alimentos que llegaban a las mesas de todos los dominicanos.

Ha ocurrido todo lo contrario, y lo hemos denunciado en #ComunidadOjalá por meses, por todas las vías. Desde olvidar la inversión en los campos, acompañar con crédito y asesoría técnica, quitarles los medios de producción y aumentar las importaciones de lo que ya producimos en gran cantidad y calidad, ofrecer 5 mil millones a tasa cero que no llegaron a quienes deberían, la cancelación de técnicos agropecuarios capaces y necesarios, y otras muchas acciones, han golpeado cruelmente a nuestros productores. Es decir, no es solo que los afecta la situación exterior, sino el manejo que desde el gobierno se le da al caso.

Esta es la misma FAO que en el año 2020 felicitó a la República Dominicana por los avances en seguridad alimentaria.  La misma  que veía como ejemplo las políticas aplicadas, se decía interesada en querer “aprender de este conjunto de políticas públicas para llevar esa experiencia a otras partes de la región y del mundo”. 

Es la misma FAO que en el 2019 felicitó al pueblo y gobierno dominicano por la reducción de 43% pobreza rural y 61% hambre, en los últimos años. Y es, señores, la misma FAO que reconoció a la República Dominicana por disminuir la desnutrición, en el 2014. 

Las #VisitasSorpresa, la titulación definitiva, el crédito a bajas tasas, la alimentación escolar, el turismo y el apoyo a las exportaciones, formaban parte de un plan integral que buscaba, entre muchas otras cosas, la reducción de la pobreza, el fortalecimiento de nuestro sector agropecuario, garantizar la seguridad y soberanía alimentaria del país, que todos los dominicanos tuvieran acceso a una alimentación digna, dignificar nuestros campos y agricultores y el mejoramiento de la vida rural. ¡Qué bien se siente saber y recordar que lo logramos! 

Pero todo cambió.

Y cuesta creer que pasamos, en apenas dos años, de ser el país descrito arriba, a uno que privilegia la importación de productos para los que nos sobra capacidad de producción, en desmedro de las familias que viven de la agropecuaria.

Cuidar la comida y a quienes la producen, en medio de esta situación mundial, demanda políticas públicas correctas, que no destruyan lo logrado y nos permita cuidar a productores y consumidores, no destruirlos.  Es cuestión de lógica, señores.