
El enterrador del bienestar
Con la mirada puesta en el 2028, aguarda con ansias la oportunidad de votar por el PLD y derrotar las nefastas políticas del llamado ‘cambio’.
Con la mirada puesta en el 2028, aguarda con ansias la oportunidad de votar por el PLD y derrotar las nefastas políticas del llamado ‘cambio’.
¿Se sustituirán las políticas públicas acertadas o simplemente se cambiarán las caras de quienes las implementaron?
El pueblo dominicano está decidido a poner fin al exilio del abandono y recuperar el bienestar de la mano del PLD, que está listo para gobernar.
El único “pecado” del PLD, y que el PRM no perdona, ha sido dignificar la vida de la gente durante los gobiernos del presidente Danilo Medina.
No son sólo cuentos. En estos escritos, el profesor Bosch invita a reflexionar y a comprender que existe un vasto mundo al que podemos acceder mediante la educación.
Hoy la patria dominicana se ve amenazada por un Gobierno indolente que rinde homenaje a la mitomanía y la ineficiencia.
Desde el 2020, el patriotismo no ha sido más que un mecanismo para enfrentar a pobres contra pobres, avivando el odio como motor de distracción.
No estaría de más indagar en el árbol genealógico de Pujals; no sería extraño encontrar algún parentesco con Harry Houdini, el legendario escapista.
Los ríos lloran, flacos y heridos, mientras su sangre se derrama en cada camión cargado de arena que circula por las carreteras.
El PRM vende la idea de un país que avanza y se transforma, pero lo que realmente viven los ciudadanos es como los explotan con altos impuestos, miseria e intentos de fallidas reformas.
Presidente, use el Siuben para actuar con razón, y evite que sus funcionarios causen más indignación. Porque la dignidad no se compra ni se vende, y el pueblo, cansado, lo recuerda y lo defiende.
Si personificáramos el sistema partidario, el PRM sería su antítesis, el lado oscuro, el enemigo del bien común, el destructor de conquistas sociales y el saboteador de la estabilidad económica del pueblo.
El gobierno perremeísta es la meca de la honesta corrupción, con funcionarios protagonistas de escándalos y un presidente que mira hacia otro lado.
La vida sigue, y el PLD debe permanecer junto al pueblo, para que en 2028 recupere el Gobierno y la felicidad porque el PRM no lo volverá a engañar.
Al parecer, ser un “partido moderno” va de la mano con el desapego a los bienes estatales. Alquilar edificios en lugar de adquirirlos para albergar instituciones es la nueva norma del PRM.