La honesta corrupción

29-11-2024
Política
Ojalá, República Dominicana
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Cuando el Gobierno Abinader llegó al poder, muchos creyeron en la promesa de un nuevo amanecer ético, gracias a un discurso que prometía un futuro transparente. Sin embargo, lo que realmente se ha instaurado en este país es una corrupción con permiso: un fenómeno en el que las violaciones a la ley se conocen, se comentan, generan ruido y luego van al archivo del olvido.

En estos años, hemos presenciado un desfile interminable de escándalos, con alfombra roja y premios para los señalados, por destacarse con contratos inflados que favorecen a sectores cercanos al Gobierno; licitaciones amañadas, diseñadas para beneficiar a los panas, alquileres multimillonarios que engrosan bolsillos privilegiados y un larguísimo etcétera que indigna a un pueblo sumido en la miseria.

En el Gobierno del PRM, la corrupción es evidente, pero se disfraza con una narrativa justificativa que busca excusar las ilegalidades y desviar la atención hacia el PLD, con el desgastado “antes era peor”.

El descaro alcanza niveles absurdos: incumbentes señalados se pasean por la radio burlándose de las libras que han perdido, como si la cárcel fuera un gimnasio para esculpir sus cuerpos con programas de body transformation.

El gobierno perremeísta es la meca de la honesta corrupción, con funcionarios protagonistas de escándalos y un presidente que mira hacia otro lado, mientras se presenta como paladín de la transparencia en su espectáculo LA Semanal con la prensa.