
Patriotismo de cartón
El patriotismo es un sentimiento de amor, orgullo y compromiso hacia la patria. Ser patriota implica valorar la historia, la cultura, las tradiciones y los principios de un país, pero, sobre todo, contribuir al bienestar de la sociedad.
Sin embargo, aquí, en el patio, el patriotismo enlatado promovido por actores políticos ha reducido el significado de ser patriota, de ser un verdadero dominicano, al tema migratorio, enfocándolo exclusivamente en la presencia de los vecinos haitianos.
Desde el 2020, el patriotismo no ha sido más que un mecanismo para enfrentar a pobres contra pobres, avivando el odio como motor de distracción, mientras el Gobierno Abinader se anega en corrupción y evade sus verdaderas responsabilidades en la defensa y bienestar de la nación.
Precarizando y encareciendo los servicios públicos, analfabetizando la educación, sepultando el sistema de salud y convirtiendo la seguridad en un deporte extremo—donde salir a la calle es jugarse la vida—el “patriotismo” perremeísta ha desarraigado al pueblo dominicano.
Con un beso en la frente, como Judas a Jesús, el PRM ha traicionado a las dominicanas y dominicanos, conspirando contra la estabilidad económica, política y democrática. Nos ha negado, como Pedro al Mesías, abandonándonos a nuestra suerte. Y, como Pilato, se ha lavado las manos con propaganda para encubrir sus pecados antipatrióticos.