Avaricia
Mientras en otro país la inflación sea más alta, todo está bien. Con la reducción de un peso por galón de gasolina la gente tiene. Querer más es avaricia. Pensará el Presidente.
Mientras en otro país la inflación sea más alta, todo está bien. Con la reducción de un peso por galón de gasolina la gente tiene. Querer más es avaricia. Pensará el Presidente.
Ahora Papá Candelo
usa Twitter por botella
y le han puesto una querella
porque no pagó un dinero.
¡Se fueron con el amague!
A Candelo Sedifé
le perdieron ya la fe
y ahora exigen que les pague.
Un silencio sepulcral
se cierne sobre los temas.
El silencio es un poema
que redacta el capital.
En el silencio atrapados
están los independientes,
que ahora son indiferentes,
en la nómina bordados.
Dio la vuelta y había una puerta. Abrió la puerta y había otra puerta. Y detrás de la puerta, otra puerta. Al abrirla habían tres puertas. Abrió la de la derecha y había otra puerta y otra puerta y otra puerta. Al abrir la puerta, no había nada. Dio la vuelta y había una puerta.
Versos y versiones… y aversiones. ¡Y aberraciones! Contubernio que espanta. ¿Cámara de cuántas? La última de tantas.
Atraso sofisticado. Progresistas del pasado. Oficinas policiales. Oficiales gubernamentales. Ideas en el cementerio. Críticos sin criterio. Misterios en los Ministerios.
En el fondo de un cajón, encontró Sofía fotos apiñadas, corroídas por el tiempo. Una de ellas, la de un niño de algunos cuatro años, en la playa, desnudo y sonriendo.
Una ola de calor
castiga al dominicano.
Aún no llega el verano
y ya se siente el fulgor.
Cada quien carga su cruz
soplando con cartoncito.
Bota fuego el abanico
y el aire no tiene luz.
En la Cámara de Cuentas
hay un cuento mal contado,
un acoso, un acusado
y criterios a la venta.
Hay un preso de confianza
aprobando auditorías,
consensuada rastrería
que en la institución avanza.
Ocurre en lo cotidiano. El fanatismo político, deportivo, etc., lleva al frenesí de querer defender lo indefendible, con datos falsos o verdaderos. No importa, no hace falta la verdad en las discusiones.
¿Guardar pan para este mayo?
No quedó para guardar.
Si en gastar se va el cobrar,
ilusión y desengaño.
La inflación inflada está,
la canasta en una nube,
la comida sube y sube
y el salario ya no da.
En la margen del infierno
trabaja el trabajador,
explota el explotador
y aumenta el Producto Interno.
Es afán del afán diario
la moderna esclavitud:
perder hasta la salud
por el mínimo salario.
Hasta el lenguaje ha cambiado a maravilla. No hay explotación, oligarcas ni burgueses. Sólo “empleadores”.Y el empleado o trabajador, agradecido, porque hay millones que no tienen en qué caerse muertos, pero buenos para mantener el salario en el piso.
Bajó las escaleras para enfrentar a Rodolfo, su más íntimo enemigo. Le dirá tantas cosas. Reclamará desconsideraciones y abusos cometidos en los últimos 30 años. Rodolfo lo espera pacientemente, bien vestido y con sombrero. Lo espera en el espejo.
Segura Foster me indicó que el servicio ha subido bastante de precio. Previo a la pandemia, el costo era 700 pesos. Es decir, ha duplicado su costo, más 200 pesos. Y eso es a él, a quien le aplican la consideración de un cliente fiel en el tiempo.
Este abril ya pronto parte
y canta de nuevo el gallo,
pues se asoma el mes de mayo,
cuyos días no comparte.
Abril de Guerra y Poblada,
abril de patria y de canto.
Abril, a veces de espanto,
tarde, noche y madrugada.