Espérate
¡Las tarjetas se han quedado
sin dinero! ¡Otra vez!
Gente espera mes por mes
que no se lo hayan robado.
Una situación amarga
con el programa Supérate
que ahora llaman «Espérate»,
pues no llega la recarga.
¡Las tarjetas se han quedado
sin dinero! ¡Otra vez!
Gente espera mes por mes
que no se lo hayan robado.
Una situación amarga
con el programa Supérate
que ahora llaman «Espérate»,
pues no llega la recarga.
Se lanza Biden al ruedo.
Busca el cargo repetir.
Tal vez vaya a competir
con el mismo Trump, de nuevo.
Para ir a reelección
debe Biden enfrentar
una crisis y bajar
la galopante inflación.
El almuerzo no tiene escuela. El uniforme tendrá estudiante. EdeEste licita velas. El medioambiente luce radiante.
El pobre vive afanado, si no es trabajo, no quiere na’. La importación se está sembrando en el campo y en la ciudad.
Está cara la comida
comentan en el colmado.
Felipe se fue al mercado
y no le dio para harina.
Cruzando por una esquina
Ramón preguntó a su yerno
que cuándo es que este Gobierno
bajará la gasolina.
Con graciosa ironía, el alza, la relata en Twitter el comunicador Carlos Tomás del Pozo. «Tranquilos que todo está bien, bajo control, el dólar está más barato y el peso más apreciado que nuca», indica.
El pueblo fue a la batalla
el 24 de abril.
Estalló guerra civil:
patriotas contra canallas.
Un día en nuestra memoria:
un 24 de abril
el pueblo tomó el fusil
y escribió su propia historia.
Tres meses cumple tu partida. Aquella vez no te despediste ni diste razones. Nos dejaste a todos flotando en la nada. Entonces, ¿a qué has venido?
Corsarios, filibusteros
se apropian de Pedernales.
Mutilan nuestros manglares
“empresarios hoteleros”.
¡Turismo experimental
en un área protegida!
Han montando una oficina
de destrucción ambiental.
¿Dónde está la sociedad civil indignada, dónde están los pro-vida, que defiende a la criatura dentro del vientre, mas no fuera? ¿Dónde está Salud Pública, el Servicio Nacional de Salud? ¿Dónde está el Ministerio Público investigando estas muertes? ¿Dónde está el Gobierno? ¿Dónde está el país?
Hoy madres lloran a los hijos de la patria, que los matan, que los mueren. Y los ocultan.
Fue hace dos meses, pero
el Gobierno lo ocultó.
Mas la prensa reveló:
la tragedia fue febrero.
Gobernó la indiferencia
hasta rodar la noticia.
Las madres piden justicia
ante tanta negligencia.
La vecina se ha levantado furiosa. Palabrotas impronunciables, indecorosas, dice contra el vecino, que no está en casa. Ha dicho que está harta, que se va, que ya no aguanta. Hablando en voz alta, muy alta, con sus hijos, les cuenta que su papá no tiene concepto de familia, que ha tenido otra hija en la calle.
En República Dominicana abundan mentiras y medias verdades, frases hilarantemente célebres como “Ya no hay incendios”, con el rancho ardiendo. Y sin embargo.
¡Se produce como nunca! Cebolla, por ejemplo: se siembra, se abona, se cosecha y se pudre en almacenes. Se produce, mas no se vende, porque el Gobierno también rompe récord en importación. Los cebolleros, quebrados.
El septuagenario Pedro Hernández, enhiesto y vigoroso a pesar de los años, ya tenía por lo menos dos días muerto cuando lo hallaron cubierto con pencas, doblado en la tierra de la que el Instituto Agrario Dominicano le entregó título de propiedad hace 32 años.
Hace apenas unos meses, se completaron exactamente cien años de un famoso discurso dictado en Monte Cristi en 1922, a propósito de la Invasión Norteamericana (1916-1924). A la distancia de cien años, diría Silvio Rodríguez, comparto sus enérgicas palabras.
En países del Viejo Mundo, donde cualquiera pudiera pensar que todo siempre va bien y que los trabajadores no tienen problemas ni quejas ni molestias, descubrimos que la calidad de vida se va quedando sin calidad… y sin vida.