De viaje
Mamá Carmen salió contenta del cuarto, estrenando bata de flores. Risueña, ocurrente, portavoz de cuentos coloraos, esa mañana sintió la muerte resoplándole el oído. Atravesó la sala poblada de nietos. Tomó la mecedora. Sonrió. Me voy de viaje. ¡Y DE VIEJA! ¡Ja! ¡Ja! Y se murió.