Permisos de importación
son la nueva agricultura,
vive el campo una amargura,
sobresalto y desazón,
porque tiene la misión
el Gobierno de quebrarlo.
Con rabia quiere matarlo
en beneficio de un grupo,
pusilánime y astuto,
que no hay forma de pararlo.

Cebolleros a la quiebra,
los lecheros por igual.
Hoy el campo, en general,
vive en permanente guerra.
No produce ya la tierra,
la importación la silencia.
Un Gobierno sin conciencia
maltrata a los productores,
les quita hasta los tractores,
propiciando decadencia.

El Cambio viró el camino:
aprobar importación
es no tener corazón.
Hoy transita el campesino
hacia un trágico destino.
El Gobierno, con su maña,
toma en manos la guadaña
y a la producción mutila.
Se queda el campo sin vida
porque lo matan con saña.