Fuiste tú
Las expectativas, si tomamos en cuenta el factor normalizador de las vacunas, van al alza. Hacia allá va el dinero y los compradores a futuro.
Las expectativas, si tomamos en cuenta el factor normalizador de las vacunas, van al alza. Hacia allá va el dinero y los compradores a futuro.
Están en todas partes y a todas horas. Contadas desde millones de teléfonos celulares y distribuidas por las redes sociales. (imagen: «Multitudes» de Juan Genovés)
¿Te has puesto a pensar qué hubiese sido de nosotros sin delivery durante este largo confinamiento por COVID-19? Seguramente, más contagios y más muertes. Y una covidianidad más insoportable aún.
Dominicanos y dominicanas recibimos el año 2021 con incertidumbre y malestar, pero también con muchas ganas y muy conscientes de nuestro derecho a prosperar, gozar de salud y vivir en bienestar.
Judío sefardí por ancestros, educado por jesuitas y casado con una descendiente de palestinos, la “culpabilidad judía” me resulta muy cercana y familiar.
Mujeres y hombres tienen iguales derechos, deberes y libertades. Eso dicen leyes, declaraciones y manifiestos, no así la cotidianidad que viven las mujeres.
Ilegalizar ahora el matrimonio infantil será un buen primer paso para ir reduciendo también las uniones consensuales con menores de 18 años. Eliminar cualquier resquicio legal permisivo que facilite estas uniones tempranas, contribuirá también a evitar embarazos de adolescentes.
Impaciencia consumista de cotidianidades.
Fast food y obesidad informativa.
Adicción.
¿Crearon las redes sociales el odio, la vulgaridad, la mentira y las noticias falsas?
Aunque el algoritmo enchincha, la ansiedad está en el cerebro.
“Mwen pral nan mache”. A caballo en bici. Falda y cartera. Y sonrisa para el dominicano que la mira. El comercio entre dominicanos y haitianos significa mucho para las comunidades fronterizas.
6h30. Echó agua fría al caldero en el que hervían los plátanos y le bajó el fuego.
—Me voy a casa de mi mamá.
—No hables disparates y dame la sal que esto no sabe a ná. Coño, ¿y no hay cebollita?
Ella fregó lo que quedaba y él se quedó hablando solo.
Protegidos con esparadrapo para no lastimarse con hilos cortantes, los deditos de esta araña obran con armonía y precisión. Tejen zapatos en Esperanza, contribuyendo para que República Dominicana sea una gran fabricante y exportadora de marcas de prestigio mundial.
Una pausa en el camino. Gotitas luminosas que así visten de gracia (y por una buena razón) la orilla del río.
Se regalan la libertad de ignorar el rumor y de observar a otras presurosas precipitarse y formar caudal. Cuestión de perspectiva.
Cuando vives en Los Fríos de Padre Las Casas, sientes ganas de sembrar y por las mañanas de tomar café.
Desde 2017, su gente ha venido repoblando de árboles sus lomas peladas por la pobreza.
“¡Asíllese! Así usté se toma su café y yo el mío.”
La lechuza habita en la hoja de uva de playa.
Obra y gracia de R., cuya identidad aún no me es permitido revelar.
Sí puedo decir que sucedió Domingo de Resurrección, en Guerra, durante la celebración del Carnaval Cimarrón.
Más complejo que el Jus Soli o Jus Sanguinis. En creole, “yo nací aquí” se dice “yo hecho aquí”.
Quizás a más de un empresario de zona franca esta ingeniosa explicación resulte familiar: ellos ensamblan insumos extranjeros y etiquetan Hecho en RD.