No hay enemigo pequeño

03-08-2021
Quiero que sepas
Ojalá, República Dominicana
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La Peste Porcina Africana afecta a cerdos de 11 provincias dominicanas. Días antes, se creía, que la PPA solo estaba presente en dos provincias. Una semana antes, se decía, que la situación estaba «bajo control.»

El Ministerio de Agricultura minimizó la gravedad de las denuncias hechas por expertos como Carlos Segura Foster y Orlando Sánchez Díaz, científicos como Ángela Guerrero y de pequeños granjeros, porque los cerdos que morían por Peste Porcina Africana eran de «patio» y localizados en pequeños focos.

Los riesgos sanitarios eran previsibles desde hace meses: incineradores en puertos y aeropuertos dañados, descuido en la vigilancia y control sanitario y cancelación de personal calificado.

Del sonriente «no hay motivos para preocuparse», fotografiarse comiendo puerco asao, la República Dominicana pasó en horas a restricciones radicales por parte de EE.UU. y a una «alerta continental» por la FAO.

Resultó que el peligro sanitario era real, que sí había y hay motivos para preocuparse por las enormes implicaciones económicas y sociales.

La población actual de cerdos en República Dominicana -estima Carlos Segura Foster- es de poco más de 2 millones de cabezas y el consumo diario ronda los 120,000 cerdos.

En el mercado porcino dominicano, hay granjas fabulosas con bioseguridad en las que se han hecho millonarias inversiones en tecnología, con cerdos de alta calidad genética. Igualmente, una floreciente y robusta industria de fabricación de embutidos de excelente calidad que ahora podría ver peligrar su producción y comercialización por la Peste Porcina Africana.

Drásticas medidas se anuncian.

El mercado, sin duda, sufrirá una reconfiguración violenta y brusca.

Algunas grandes empresas podrán resistirlas, otras no. Varias, sobre todo medianas y pequeñas, desaparecerán. Sus dueños y familias empobrecerán y miles de trabajadores perderán sus empleos.

Ojalá las medidas sanitarias sean efectivas, porque todavía, según los expertos, estamos a tiempo para evitar daños mayores.