Desmadre agropecuario
El desmadre se produjo a partir de septiembre del 2020, pues entre enero y agosto se importaron apenas 2,189 toneladas y en sólo cuatro meses (septiembre/diciembre) las actuales autoridades autorizaron 19,719 toneladas.
El desmadre se produjo a partir de septiembre del 2020, pues entre enero y agosto se importaron apenas 2,189 toneladas y en sólo cuatro meses (septiembre/diciembre) las actuales autoridades autorizaron 19,719 toneladas.
Es que no miden a quién colocar los permisos ( traen productos quienes no saben manejar eficientemente un producto de temporada. Afectan la producción local con la sobreabundancia.
El Bagricola se convirtió en la caja chica del Ministerio de Agricultura. Penosa situación que junto a la política de privilegiar las importaciones de alimentos en desmedro de la producción nacional, destruirá una institución que ayer jugó un papel estelar a favor de la producción agropecuaria.
El país no perdonaría a los responsables si se produjera, además de la intranquilidad entre los productores, la pérdida de la autosuficiencia en la oferta del arroz, pues es de pleno conocimiento que el dominicano prefiere la calidad y sabor de nuestro arroz comparado con el importado.
Desde el gobierno pasado, encabezado por Danilo Medina, se han dispuesto medidas mediante decretos de asegurar la comercialización de la producción agropecuaria nacional.
Investigaciones científicas sugieren que, bajo los efectos del cambio climático, particularmente los eventos hidrometeorológicos están llamados a hacerse más frecuentes e intensos (IPCC, 2013).
¿Cómo es que a un programa que se elabora en respuesta a la crisis de producción no le asignan recursos?
El arroz redujo su área de siembras en 74,196 tareas. La cebolla tuvo una reducción de 2,990 tareas. En el caso de la batatas fue de 4,221 tareas. La yuca, cuya producción había decrecido, se redujo el área de siembra en 39,677.
Lo que se ha producido en este gobierno es un aumento en la pobreza general de 2.80 por ciento. Es posible publicar cifras engañosas, pero las reales están ahí.
Este Gobierno, producto de la mentira y contando con apoyos espurios, tiene acumulados un exceso de pasivos en poco menos de dos años.
Si dicen que estamos muy bien y que no debemos preocuparnos, contrario al resto del mundo, ¿por qué ese afán de importar lo que aquí podemos y debemos producir?
Por el bienestar del pueblo, rogamos que no se produzca una nueva escalada. No importa la propaganda gubernamental ni las complacencias de los medios bien gratificados. Lo cierto es que a los dominicanos, principalmente a los pobres, nos está afectando el mal manejo de las autoridades.
La producción alimentaria dominicana sin dolientes en el Gobierno. Los agroempresarios y sus trabajadores empujando solos la carreta.
Los funcionarios que deberían ocuparse de facilitar las cosas, solo se preocupan por los negocios de las importaciones.
Es innegable que la población dominicana ha recibido noticias muy positivas en los días transcurridos del presente mes: la economía terminará el año creciendo más de dos dígitos, con mejora en la calificación que hacen las agencias, el turismo (eje transversal de nuestra economía) en franca recuperación y con remesas a familias empobrecidas de más de 10,000 millones de dólares al 31 de diciembre.
El inventario de arroz, tan cacareado por las autoridades, no se debe a una producción récord como ellas pronosticaron, tampoco a un aumento significativo de la producción nacional.
La verdad es que se produjo como resultado del aumento de las importaciones y de la disminución -léase bien- del consumo de media libra promedio de cada dominicano o dominicana.