En los últimos años, las exportaciones de mango han experimentado una dramática disminución en volumen y valor, a pesar de que la producción en nuestros campos fue de 1,641,535 quintales en 2022, la más alta registrada por el Ministerio de Agricultura en sus estadísticas.

Gracias al apoyo y la visión de la anterior gestión, que mantuvo la siembra promedio por año más alta que cualquier otra, en 2019 se sembraron 10,547 tareas de este fruto, la cifra más alta alcanzada, lo que explica la alta producción antes mencionada, ya que este entra en producción a los 3 años.

Esta dramática situación se atribuye, en gran medida, a la falta de gerencia y asesorías técnicas por parte del gobierno, tanto en el apoyo financiero a los productores para el mantenimiento de certificaciones, como para el manejo adecuado de plagas que afectan significativamente la producción.

Estos factores han dejado en evidencia la pérdida del impulso que se logró durante el gobierno de Danilo Medina, quien respaldó a las asociaciones de productores y contribuyó al constante crecimiento del sector.

El volumen de exportación en 2022 se colocó en el punto más bajo de la historia reciente, inferior a
lo encontrado en 2012, como lo evidencia la siguiente gráfica:

El mango es una de las frutas tropicales más apreciadas a nivel mundial, y su exportación ha sido tradicionalmente una fuente de ingresos significativa para muchos países. Las exportaciones de mangos no solo generan empleos en las zonas rurales, sino que también contribuye al desarrollo económico y al fortalecimiento de la balanza comercial.

Un ejemplo de ello, gracias a las medidas positivas implementadas en favor del sector, es el incremento en el número de empresas exportadoras de mangos en los últimos años.

En el año 2005, había una sola empresa exportadora de mangos; sin embargo, en la actualidad se registran cinco, incluyendo una propiedad de la Asociación de Productores de Mangos de Baní (Abapromango).

Este crecimiento se ha logrado en parte gracias a los programas de visitas sorpresa, que brindaron financiamiento y apoyo a los productores. Estas medidas lograron un impacto significativo en el sector, permitiendo un mayor desarrollo de la industria del mango y demostrando que las inversiones y el respaldo gubernamental pueden impulsar el crecimiento económico en el ámbito agrícola.

Para garantizar la calidad y seguridad de los productos agrícolas, las certificaciones desempeñan un
papel fundamental. Una de las certificaciones más reconocidas en el mercado internacional es la
Global Good Agricultural Practices (Global G.A.P.).

Esta certificación asegura que los productos agrícolas cumplan con estándares específicos de producción y manejo agrícola sostenible. Mantener estas certificaciones es crucial para acceder a mercados internacionales exigentes y competitivos.

En los últimos años, los productores de mango han enfrentado dificultades para mantener sus certificaciones Global G.A.P. debido a la falta de apoyo financiero y asesoría técnica por parte del
gobierno.

Estas certificaciones requieren inversiones significativas en infraestructura, capacitación
y cumplimiento de estándares; y sin un respaldo adecuado, los productores no han podido
mantenerlas, lo que ha limitado su acceso a mercados internacionales.

Otro desafío crítico que ha afectado las exportaciones de mango es el manejo inadecuado de plagas.
Las plagas, como la mosca de la fruta, causan daños importantes en la producción de mangos.

La falta colocación de trampas necesarias como mecanismo de control para la mosca de la fruta y la falta asesoría técnica por parte del gobierno para manejar esta plaga de manera efectiva ha llevado
a la disminución de la calidad y cantidad de los mangos exportables.

Esto se traduce en la disminución de los ingresos tanto para los productores de forma particular como para el país especialmente las provincias de Peravia, San Cristobal y resto de la region sur en menor proporción (ver gráfica).

Las exportaciones de mangos han alcanzado su punto más bajo tanto en volumen como en valor.
Las gráficas de volumen de exportación y valor muestran una clara tendencia descendente, lo que
refleja la falta de esfuerzo por mantener el crecimiento del sector que se logró durante el gobierno
de Danilo Medina.

La caída drástica de las exportaciones de mango es una situación lamentable que requiere una
atención urgente por parte del gobierno. La falta de gerencia y asesorías técnicas ha llevado a la
disminución del volumen y valor de las exportaciones, poniendo en riesgo la estabilidad económica
de los productores y el sector agropecuario.

En este y otros sentidos es fundamental que se brinde apoyo financiero y asesoría técnica adecuada a los productores para mantener las certificaciones y manejar eficientemente las plagas. De esta manera, se podrá recuperar el impulso perdido y garantizar el crecimiento sostenible del sector y de la exportación de mangos.