Ludopatía y drogadicción
Un creciente sector de la juventud luce ensimismada y atrapada por el flagelo de la drogadicción. Parecen chimeneas andantes esparciendo humo al aire mientras aspiran el nuevo formato de pipa a la que denominan juca.
Un creciente sector de la juventud luce ensimismada y atrapada por el flagelo de la drogadicción. Parecen chimeneas andantes esparciendo humo al aire mientras aspiran el nuevo formato de pipa a la que denominan juca.
La pandemia del coronavirus ha obligado a reducir los presupuestos otrora destinados a los programas materno-infantiles. Nuestras maternidades se ven recargadas de mujeres y niños de origen haitiano.
El uso del tabaco y los nuevos productos inhalables generan cáncer de la boca, enfermedad periodontal y otros malestares bucales. Se trata de afecciones prevenibles que ameritan un cambio en la política sanitaria que beneficie a todas las familias.
Para quienes nos ha tocado la difícil tarea de contabilizar las muertes por medio del tamiz de las autopsias resulta estremecedor constatar el brote de muertes repentinas en personas cada vez más jóvenes con tendencia a la igualdad en el género.
El pan nuestro de cada día en patología es el de jóvenes que fatalmente se desploman y que la necropsia evidencia engrosamiento concéntrico del ventrículo izquierdo, acompañado de estrechamiento arteriosclerótico de los orificios de las arterias coronarias.
Proponemos un proyecto de alianza entre la Procuraduría General de la República, Suprema Corte de Justicia y el Ministerio de Salud tendiente a crear un protocolo conjunto de registro nacional de los delitos sexuales.
Tenemos que seguir orientando a la ciudadanía sobre la necesidad de dar una respuesta unitaria al mal que atañe al colectivo.
Las políticas de Estado enfocadas en la generación de fuentes de trabajo adecuadas para el sustento de las familias son el mejor antídoto para evitar estas recurrentes tragedias humanas.
Un germen viral tiene al mundo en vilo. Las mutantes del agente causal de la covid-19 amenazan con prolongar la angustia e incertidumbre humana con efectos devastadores en las distintas esferas del quehacer, especialmente en la economía de las naciones.
¿Acaso se piensa que aumentando las tensiones militares entre las naciones aliviamos los efectos de los daños biológicos, psicológicos, sociales y ambientales en los pueblos?
¿Se considera ético aprovechar la presente situación de emergencia sanitaria para sembrar ansiedad, desesperación, estampidas y desorientación social?
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud informó de la existencia de la pandemia por el coronavirus. Una semana después publicamos en este diario un artículo titulado “Virus maltusiano”.
La cruel y triste realidad muestra un Estado endeudado, en fiera lucha por rescatar su mal herida economía, aunque entretenido en el teatro del ayer, agobiado por la inseguridad ciudadana, sumado a oscuros nubarrones de sectores sociales, renuentes a cerrar fila en la lucha sanitaria para ponerle freno a la covid-19.
El 13 de octubre de 1821 se registra la fecha de nacimiento del médico alemán Rudolf Virchow, considerado entre sus contemporáneos como el papá de la medicina.
Al acudir a una sala de urgencias sin doliente financiero, ni un buen seguro médico., si tienes fiebre, dolor general y tos te etiquetan de probable covid-19 y “por ahí María se va”
La pandemia de la Covid-19 lleva consigo un peligro y agravante malestar económico que toca directamente los bolsillos de cada familia, nublando así el firmamento de paz y el sosiego que es necesario preservar para bien de todos.