Diagnosticando primero
¡Ojalá volvamos a humanizar los servicios médicos! Hagamos primero el diagnóstico para luego aplicar una terapia específica efectiva.
¡Ojalá volvamos a humanizar los servicios médicos! Hagamos primero el diagnóstico para luego aplicar una terapia específica efectiva.
La necesidad de una revolución en todos los órdenes salta a la vista luego de la lectura de este libro, en el cual se quita el velo y se descubre el estado de podredumbre ética.
¡Que no cunda el pánico! La medicina preventiva se impondrá y la vida humana continuará. A mayores problemas, mejores y más oportunas soluciones.
¡Globalicemos las campañas de vacunación para bien de toda la humanidad!
Han desbordado la capacidad de almacenamiento, pasan del centenar aún con el auxilio de las funerarias. Cada día el problema tiende a agravarse no viéndose solución a corto plazo.
Es tan rápida e inmensa la deshidratación que la persona afectada entra rápidamente en estado de shock hipovolémico que en pocas horas puede conducir al deceso.
Su nombre: José Perdomo, cariñosamente Joselyn. Poco a poco le fuimos inyectando la mística martiana de Juan Bosch, en la que el primero decía: “Con los pobres de la tierra/Quiero yo mi suerte echar:/el arroyo de la sierra/ me complace más que el mar”.
Para colmo de males, los organismos internacionales que tienen que ver con la alimentación y la salud, registran zonas de hambruna en el mundo, vaticinando un empeoramiento de la situación a nivel global.
Hoy se habla del cretinismo digital para señalar a la persona que anda por la calle con sus ojos fijos en la pantalla del celular, caminando y hablando, riendo y gesticulando en estado casi demencial.
Colombia es el séptimo país más grande del Continente americano con una extensión territorial de 1,141,748 kilómetros cuadrados, 24 veces más grande que la nación dominicana. La patria de Santander tiene 51 millones de habitantes, cifra que hace a su población 5 veces mayor que la nuestra.
Triste y doloroso debería resultarle a la humanidad contemplar pasivamente cómo se malgastan enormes recursos financieros en guerras fratricidas que llenan de luto y de miseria a millones de seres humanos en distintos continentes.
La salud mental de mucha gente se ve afectada por las imágenes trágicas que llenan las redes sociales, canales televisivos y demás medios de comunicación. El silente mundo de los pobres y de los desinformados paga con la vida una deuda que nunca contrajo.
Buscad y hallaréis reza un viejo dicho sabio. A veces lo que asumimos como muy lejano es lo que más cercano tenemos; es tiempo de emplearnos a fondo y con seriedad en la investigación científica.
Fondos en abundancia para la guerra en el mundo; recursos insuficientes para combatir la pandemia, endemias y epidemias. Esa es la triste realidad sanitaria de ayer y de hoy.
Por fortuna, todavía en la República Dominicana no se ha desarrollado una Asociación de Fabricantes y vendedores de pistolas, revólveres, escopetas y fusiles.
Démosle una oportunidad a la paz; cesen los cañones y las sanciones; creemos una maravillosa aldea global en donde sus habitantes se sientan seguros y satisfechos, sin que sea asunto de vida o muerte la emigración.