Viernes para la historia
Los autos fueron anfibios,
el agua llegaba al hombro
y en medio de tal asombro:
llegar a casa, un delirio.
Se transitaba remando
con la ciudad inundada.
Gente en la calle quedada;
la alcaldesa, tuiteando.
Los autos fueron anfibios,
el agua llegaba al hombro
y en medio de tal asombro:
llegar a casa, un delirio.
Se transitaba remando
con la ciudad inundada.
Gente en la calle quedada;
la alcaldesa, tuiteando.
Denuncian cada semana
robos en el aeropuerto.
Han dejado al descubierto
la ineficiencia de Aduanas.
Al grito, los pasajeros
viajan con incertidumbre,
porque ya se hizo costumbre
robar prendas y dinero.
Las calles están repletas
de horizontales tapones,
sin aparentes razones.
¡Mejor usar bicicletas!
A media noche hay tapón,
hay tapón a todas horas.
Hay tapón hasta en las olas
que llegan al Malecón.
Desfilan Presidente y funcionarios por los caminos del razonamiento, viven cayendo en cuenta de lo obvio. Maravillados, descubren cada cosa a cada instante.
Ha muerto Víctor Erarte,
el folklore está de luto.
Hasta el último minuto
de cultura fue estandarte.
Un folklorista vital.
En Santiago fue el mejor,
imprescindible gestor
del alegre carnaval.
Productor vive un infierno,
descontento hay en la gente,
con razón, porque se siente
estafada por Gobierno.
¡El negocio ha sido un palo
para los importadores!
Mientras que consumidores
pagan hoy productos caros.
Los patriotas de Brasil
por Lula han votado en masa.
Bolsonaro vuelve a casa,
él y su Gobierno hostil.
En São Pablo ya se siente
la gran victoria de Lula.
Gritan hoy todos a una
¡Luiz Inácio Presidente!
No hay maestros ni butacas,
tampoco organización.
La maltrecha educación
hoy cojea de tres patas.
Habrá transporte y negocio,
pero falta educación.
Al parecer la inversión
se reparte entre unos socios.
El periodista Frank Pacheco analiza los reclamos de la Coalición por una Seguridad Social Digna contra las Aseguradoras de Riesgos de Salud y la demanda de una transformación del Sistema de Seguridad Social en República Dominicana.
Gobierno lleva a un yermo
el programa de Alto Costo.
Negligente muestra el rostro
contra los pobres enfermos.
Son medidas asesinas,
desalmadas, indolentes;
impacientes, los pacientes
necesitan medicinas.
Campesinos desamparados, maltratados y desplazados por importadores de productos. Medicamentos de alto costo, inaccesibles.
La realidad se bifurca, hace surcos en el camino. Y en cada uno de esos surcos, nuevas realidades que ensanchan la pobreza.
Aquí un choque no es extraño,
pues casi dos mil personas
mueren en diversas zonas
en accidentes cada año.
En estas ensangrentadas
carreteras de ida suerte
ya se ha muerto hasta la muerte,
muerta en la triste calzada.
El cólera está presente
ya lo anunció este Gobierno.
Anótelo en el cuaderno,
hay que cuidar a la gente.
Lavar bien los vegetales,
y escuchar las advertencias
puede hacer la diferencia
contra el cólera y sus males.
El Gobierno y empresarios
hoy al parecer se asocian.
Bajo la mesa negocian
y no suben los salarios.
El pobre trabajador,
esclavo de un pobre sueldo,
pregunta ¿con qué resuelvo?
Cada día voy peor…
Padres, vecinos y amigos,
¿dónde están? ¡Se han esfumado!
Más de cien dominicanos
están desaparecidos.
La angustia se hace presente
porque otro enemigo acecha:
por dinero o por sospecha,
están secuestrando gente.