Sí, 4 de enero
Antes de las redes, sin imaginar la magia del Internet, el secuestro y asesinato de Méndez Báez y su chofer, Napoleón Reyes produjeron uno de los eventos más controversiales y crueles del patíbulo mediático.
Antes de las redes, sin imaginar la magia del Internet, el secuestro y asesinato de Méndez Báez y su chofer, Napoleón Reyes produjeron uno de los eventos más controversiales y crueles del patíbulo mediático.
Su entrada llamaba la atención. Era la muchacha más alta que ocupaba uno de los asientos de la guagua que transportaba las estudiantes del Colegio San José.
Ya no hay poses. Y seguimos bailando “el furioso merengue que ha sido nuestra historia” como escribe Franklin Mieses Burgos. Sin caretas puede ser mejor.
El presidente de la República ha hecho una advertencia importante: “no generemos un circo de la persecución, un espectáculo de la infamia arrastrándonos todos por el barro, porque la justicia no es venganza…” La vocería ética del cambio, sin embargo, desacata el llamado.
Todavía existen esos profesionales del derecho sesudos, tranquilos. Esos que evalúan el alcance de los textos, reflexionan y cuando le solicitan opinión, investigan antes de expresarla.