El 08 de agosto, el Ministerio de Medio Ambiente dio a conocer un pacto entre mansos y cimarrones para adecuar el puerto de Barahona y restaurar su entorno, pero sin contar para nada con la Coalición Ambiental de la Región Enriquillo que, a la sazón, respondió con un plan de acción contra la explotación de la Belfond en Las Filipinas, cuya destrucción es la raíz de todo el conflicto y mitigación ambiental posterior.

La omisión de la Coalición no es la solución.

El martes 10, otra vez, el ministro omitió al Bahoruco Oriental en una entrevista televisada al hablar de los planes para restaurar las zonas montañosas de Valle Nuevo, Sierra de Bahoruco y Los Haitises.

Como bien respondió la coalición, “la zona productora de agua en el Bahoruco es la Oriental, con más de 23 cursos superficiales y otros muchos manantiales y norias, mientras que la Occidental, con casi el doble del territorio, sólo da origen a cuatro ríos”.

Omisión y contradicción. ¿Cómo se protege el agua destruyendo Las Filipinas? ¿Cómo se restaura el entorno del malecón barahonero destruyendo la fuente de vida del Bahoruco Oriental?